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Las protestas de la oposición egipcia desafían a Mubarak

El régimen del presidente egipcio, Hosni Mubarak, hace frente en los últimos días a uno de los mayores desafíos de los grupos de oposición en casi un cuarto de siglo de poder monolítico. Los Hermanos Musulmanes, un movimiento islamista con fuerte implantación en Egipto a pesar de estar proscrito desde hace 51 años, se atrevió el pasado domingo a hacer una demostración de fuerza con una manifestación en el centro de El Cairo, tomado por las fuerzas de seguridad, con un resultado de más de 200 detenidos.

La plataforma de centro-izquierda Kefaya (Basta Ya) intentará sacar hoy a sus simpatizantes a las calles de las principales ciudades egipcias para reclamar reformas políticas al régimen. Apremiado por las presiones de Estados Unidos, el Gobierno esbozó el mes pasado una tímida apertura al aceptar la presentación de candidatos alternativos en las elecciones presidenciales de septiembre. Pero la oposición no parece haberse contentado con un cambio calificado de "cosmético".

"Además de nuestra reivindicación en favor de un sistema parlamentario [frente al actual régimen presidencialista] nos manifestaremos por el respeto de las libertades públicas, del derecho a manifestarse y expresarse libremente por todos los medios constitucionales", afirmó ayer Georges Isaac, uno de los principales líderes de Kefaya. Isaac se mostró también "indignado" por la represión de la manifestación de los Hermanos Musulmanes que, a su juicio, refleja "el creciente nerviosismo de las autoridades ante el aumento de las protestas políticas".

Estado de emergencia

Desde la implantación del estado de emergencia en 1981, tras el asesinato del presidente Anuar el Sadat -en un atentado en el que también resultó herido el entonces vicepresidente Mubarak-, las manifestaciones callejeras están estrictamente prohibidas en Egipto. La oposición exige ahora el levantamiento del estado de emergencia antes de la celebración de unas elecciones en las que Mubarak aspira a su quinto mandato presidencial consecutivo.

El masivo despliegue policial en El Cairo bloqueó la concentración de los Hermanos Musulmanes el pasado domingo ante la sede del Parlamento. El líder espiritual del movimiento islamista egipcio, Mahdi Akef, aseguró ayer que los manifestantes sólo querían "expresar de forma civilizada su opinión". "Nosotros actuaremos siempre de forma razonable, apoyados por el pueblo, y no queremos chocar con el régimen", agregó. Los Hermanos Musulmanes exigen al Gobierno que derogue el estado de emergencia, elimine los obstáculos para la formación de nuevos partidos políticos y ponga en libertad a los detenidos por sus ideas políticas.

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Entre los lemas de las manifestaciones convocadas hoy destaca "No al poder hereditario", en alusión a Yamal Mubarak, de 42 años, hijo del presidente y dirigente del partido en el poder desde hace medio siglo en Egipto.

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