"No se puede dejar que el niño vea solo la televisión"

Que la televisión puede convertirse en un aliado y no en un enemigo de la educación de los niños es lo que trata de contar la psicóloga infantil María Luisa Ferrerós en su libro Enséñale a ver la tele, recién publicado por Planeta.

Vinculada al mundo de la infancia, María Luisa Ferrerós alterna su actividad profesional de psicóloga con la investigación. Y escribe en su libro frases como ésta que inducen a la reflexión: "El niño y la televisión son un binomio que despierta todo tipo de prevenciones y discusiones sin fin. Sabemos que no pueden pasarse el día delante del televisor, pero lo cierto es que es muy cómodo tenerlos así, tranquilos y entretenidos, sin darnos cuenta de las consecuencias que esto puede acarrear en el futuro".

"La tele es una ventana que te comunica con el mundo, y es una tontería renunciar a eso"

Pregunta. ¿Por qué hay que vigilar lo que ven los niños cada día por la televisión?

Respuesta. Muchos creen que, como los niños no entienden porque son pequeños, no les afecta lo que ven, pero esto no es así. Los hijos, cuando se ponen frente al televisor no suelen preguntar sobre escenas no aptas. Ellos disimulan. Pero luego la comentan entre los amigos y a ciertas edades no están maduros para asimilar los comportamientos que se cuelan en determinados programas o en los dibujos animados. A los tres meses son capaces de que se les quede grabado un tipo de comportamiento. No quiere decir que lo imiten, pero sí que registran una serie de reacciones y cuando se ven en una situación real, similar a la que han visto por televisión, utilizan aquel comportamiento que les resulta familiar.

P. ¿Cómo pueden controlar los padres lo que sus hijos ven por televisión?

R. Controlando el mando a distancia. No se puede dejar que el niño vea solo la televisión, y con el mando a su disposición. Si, por alguna razón, tienen que dejarlo solo, que vea un DVD adecuado para su edad.

P. Usted dice lo siguiente: "La televisión no es mala, muy al contrario, puede ser una excelente herramienta educativa", pero ¿cómo?

R. Compartiendo padres e hijos el tiempo que pasan delante de la televisión. El que una familia tenga que ponerse de acuerdo para decidir qué programa ve, ya supone una actitud educativa. Aparte, es bueno que entre todos comenten lo que están viendo. Los niños deben saber lo que opinan sus padres sobre los temas y por qué piensan así. Otras veces ver una película puede servir para que el hijo se sienta identificado con un problema que él mismo también sufre, por ejemplo un enfado con sus amigos del colegio. Esto provoca, por ejemplo, que confiesen: "¡Pues a mí también me pasa esto!". Es una forma de que los padres puedan reflexionar con él sobre lo que le preocupa y de que los niños amplíen su visión al ver que a otros chicos de su edad les pasa lo mismo e incluso cosas peores.

P. ¿Puede un niño vivir sin televisión?

R. La tele es una ventana que te comunica con todo el mundo y es una tontería renunciar a eso. No se trata de renunciar a la televisión, sino de aprender a utilizarla de manera positiva y pedagógica, ya que nos ofrece un abanico de posibilidades enormes.

P. Habla usted de que también hay que prevenir a los niños de la publicidad insertada entre programa y programa.

R. Sí, hay que ayudarles a que tengan un filtro sobre los mensajes publicitarios que a veces distorsionan la realidad. Los juguetes por la tele se ven más grandes, más fantásticos y los niños no hacen más que decir: "Me pido esto o me pido esto otro". Un buen ejercicio es ir a la tienda con el hijo y decirle: "Esto es lo que ves por la tele, ¿lo quieres o no lo quieres?". Hay que ayudarles a que aprendan que la televisión agranda las cosas y que la realidad es otra cosa, que muchas veces nos están vendiendo gato por liebre.