La ola de protestas llega a Bielorrusia
Minsk, la capital de Bielorrusia, fue escenario el viernes de la mayor manifestación registrada en esta ciudad desde las protestas que tuvieron lugar en octubre del año pasado tras el referéndum sobre una enmienda constitucional que abre al presidente Alexandr Lukashenko la posibilidad de perpetuarse en el cargo que ocupa desde 1994.
Unas 2.000 personas, según testigos presenciales, salieron a la calle en el centro de Minsk para protestar frente a la Administración presidencial. Las fuerzas antidisturbios cargaron contra los manifestantes y alrededor de una treintena fueron detenidos. Según las fuentes policiales, la manifestación tuvo un máximo de 150 participantes. En octubre de 2004, cerca de 5.000 personas se manifestaron en Minsk, alegando que el referéndum había sido falsificado al igual que las elecciones parlamentarias, celebradas simultáneamente. Ni un solo candidato de la oposición consiguió un escaño en la Cámara.
El origen de la protesta del viernes fueron las reivindicaciones de los pequeños comerciantes, que se oponen a un nuevo gravamen fiscal sobre las importaciones de Rusia, y también el aniversario de la formación de la República Popular de Bielorrusia en 1918.
Al margen de las motivaciones de la convocatoria, la manifestación se vio influida por la revolución de Kirguizistán, según una periodista local. "Los acontecimientos aquí apenas acaban de empezar. Hoy comienza la revolución de Bielorrusia y estoy convencido de que acabará en victoria", dijo Andréi Klímov, uno de los organizadores. "Estoy convencido de que seremos capaces de echar a Lukashenko del poder en la elección presidencial de 2006", señaló.
Viaje a EE UU
"Tengo la impresión de que se está acumulando masa crítica de protesta social", dijo la periodista local, contactada telefónicamente. Los líderes de la oposición bielorrusa han visitado recientemente Estados Unidos por invitación de una fundación próxima al Partido Republicano, según dijo Liudmila Gryaznova, una de las participantes en el viaje. Diversos senadores estadounidenses, además de altos cargos del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad, recibieron a la delegación, que incluía a representantes de la oposición de tendencia liberal, socialista, comunista y del movimiento juvenil, señaló Gryaznova, miembro de la dirección de un partido liberal, que dijo haber sido invitada a viajar a EE UU a fines de febrero. Fue por aquella época cuando el presidente George W. Bush predicó su cruzada contra la tiranía desde una plaza de Bratislava, adonde había acudido para entrevistarse con el presidente de Rusia, Vladímir Putin. "Es una vergüenza que los kirguizos hagan la revolución y nosotros no", señaló a esta corresponsal Gryaznova desde Minsk.
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