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El índice de confianza empresarial alemán cae por el alto precio del petróleo y la incertidumbre económica

El alto precio del petróleo y el pesimismo reinante siguen echando por tierra las esperanzas de que la economía alemana comience a repuntar. El índice Ifo, que mide la confianza empresarial, volvió en marzo a perder puntos por tercer mes consecutivo, lo que el Instituto de Investigación Económica (Ifo) de Múnich, considera oficialmente como tendencia a la baja.

"Por desgracia se multiplican los indicios de que se ralentiza la dinámica coyuntural", declaró ayer el presidente del Ifo, Hans-Werner Sinn. El índice de confianza empresarial cayó este mes a 94,0 puntos después de registrar en febrero 95,4. Los analistas económicos esperaban, en cambio, una ligera subida. El índice cayó en los tres apartados en que se divide: clima empresarial, situación actual y expectativas para los próximos seis meses. Los alrededor de 7.000 empresarios encuestados se mostraron en promedio pesimistas, pero en los estados federados del Este de Alemania el indicador mostró una ligera mejoría, como ha venido ocurriendo en los últimos meses.

"El esperado impulso de la demanda de bienes de equipo aún no ha comenzado", añadió Sinn. Para desesperación del Gobierno alemán, el consumo también sigue sin mostrar un claro repunte.

En el sector industrial las empresas valoraron sus posibilidades de exportación de manera positiva. Sin embargo, el tirón de las exportaciones podría ser de duración limitada si, como esperan algunos analistas, la economía mundial pierde dinamismo en la segunda mitad del año. La alta cotización del euro tampoco ayuda a que se mantenga el impulso de las exportaciones.

En la industria transformadora el clima empresarial retrocedió al valorar las empresas su situación actual de manera más pesimista que en febrero. El optimismo registrado el mes pasado en este sector con respecto a las expectativas también se redujo.

En el comercio minorista hubo una ligera mejoría de la confianza pero las expectativas futuras se siguieron contemplando con pesimismo. Algo mejor fue también la valoración de la construcción, sector que vive actualmente una importante crisis.

La economía de Alemania sufre un acentuado pesimismo sobre todo desde que las cifras de desempleo dieron un salto en enero y continuaron ascendiendo hasta 5.216.000 en febrero, lo que supone un 12,6% de la población activa. Este ascenso es debido en parte a la reforma laboral, en virtud de la cual se consideran como buscadores de empleo a los parados de larga duración en condiciones de trabajar que antes recibían ayuda social.

El índice Ifo es uno de los indicadores de coyuntura más tenidos en cuenta en Alemania.

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