Los extranjeros permiten el tercer año de saldo migratorio positivo

Euskadi recibió a 6.237 personas más de las que se dejaron la comunidad autónoma durante 2002, según la última Estadística de Movimientos Migratorios del Eustat. Es el tercer año consecutivo en el que se contabilizó un saldo migratorio positivo para el País Vasco, gracias a la llegada de inmigrantes.

En 1988, el saldo era negativo en 10.089 personas. Desde entonces y con picos puntuales en 1992, 1993 y 1997, el saldo negativo se ha ido reduciendo. El año 2000 marcó el cambio y la tendencia desde entonces ha sido ascendente: cada vez llegan más personas de las que se van.

Durante 2002, el 7,7% de la población vasca realizó algún cambio de residencia. El 71,8% de los cambios se hicieron dentro de Euskadi y el resto, a otras comunidades autónomas.

Si sólo se consideran los movimientos entre Euskadi y el resto de las comunidades autónomas, en 2002 llegaron 793 personas menos que el año anterior, un 5% menos. Así, el saldo migratorio entre el País Vasco y el resto de España aún es negativo, arrojando 3.653 personas de pérdida.

El saldo migratorio de las personas procedentes de países extranjeros fue positivo, con 9.890 personas más, lo que supuso un aumento del 17,5% rcon especto al año anterior. Es este colectivo el que realmente ha hecho cambiar la tendencia migratoria y el que evita un perdida de población en Euskadi determinada por la emigración. Así, la llegada de personas de nacionalidad extranjera se cifró en el año 2002 en 12.184 ciudadanos, un 7,3% más que el año anterior, y suponen el 47% del total de las entradas en el País Vasco.

Desde 1988 se aprecia un considerable aumento en el volumen de las entradas de inmigrantes registradas en Euskadi. En valores absolutos, se pasa de cerca de 500 entradas a sobrepasar las 12.000 en 2002, es decir, la entrada de inmigrantes se ha multiplicado por 24 en catorce años. El Eustat precisó que hay que tener en cuenta que parte de los extranjeros provienen de otras comunidades autónomas. En concreto, en 2002 esto ocurrió en un total de 3.389 casos.

En cuanto al nivel de titulación, los niveles más bajos suponen el 49% de las inmigraciones y el 51,2% de las emigraciones, mientras que los niveles superiores representan el 16,8% en las emigraciones y el 18,5% en las inmigraciones. Por último, el Eustat destaca que la edad media de los emigrantes (38,5 años), es 4,2 años superior a la de los inmigrantes (34,3).

Las comunidades autónomas que reciben a más personas que dejan de vivir en Euskadi son Castilla y León, Cantabria, Madrid y Navarra. Entre las cuatro reciben una de cada dos de las personas que dejan Euskadi para partir a otro territorio español.

Un análisis en los tres territorios históricos muestra que Vizcaya presenta el saldo migratorio más alto en términos absolutos, ya que ganó un total de 3.425 personas en el año citado, pero no en los relativos, que aumentaron un 7,6% sobre el ejercicio precedente. Álava, que ganó 2.710 personas por migración en cifras absolutas, es la que en proporción al total de su población experimentó un mayor crecimiento: un 17% con respecto al año anterior. Guipúzcoa, finalmente, contabilizó apenas a 103 personas más.