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SOS Racismo alerta del aumento de denuncias contra la policía por vejaciones a inmigrantes

La Guardia Urbana de Barcelona es el cuerpo que más acusaciones acumuló en 2004

Miquel Noguer

Abusos, discriminaciones y detenciones arbitrarias basadas en criterios racistas. Los cuerpos policiales no están por la labor de proteger a los ciudadanos de origen extranjero. Al menos esto se desprende de la memoria anual de la organización SOS Racismo, que ayer alertó del aumento de denuncias registrado en 2004 por el trato que el Cuerpo Nacional de Policía, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana dispensan a los inmigrantes. Los 34 casos tramitados por la organización en el ámbito policial fueron el principal foco de actividad de la oficina de denuncias de SOS Racismo.

La portavoz de SOS Racismo, Begoña Sánchez, no dudó en denunciar lo que en su opinión es "un acoso consciente por parte de los cuerpos de seguridad en relación con la población inmigrada, legitimado por un marco legal que criminaliza a este colectivo". También criticó que esta situación, "además de ser contraria a los valores democráticos, fomenta el racismo social".

La organización de lucha contra el racismo ha constatado que año tras año recibe más denuncias de ciudadanos de origen extranjero que se han sentido vejados o maltratados por la policía. Si en 2001 las denuncias por este asunto fueron 18, en 2004 ascendieron hasta 34, de las que sólo 4 fueron rechazadas por falta de verosimilitud.

El cuerpo más denunciado fue la Guardia Urbana de Barcelona, con 15 casos, seguido del Cuerpo Nacional de Policía, con 10, y los Mossos d'Esquadra, con 4. Las policías locales de Parets del Vallès, Canovelles, Sitges, Pineda de Mar y Mollet del Vallès completan la lista presentada ayer por SOS Racismo, acompañada de un amplio muestrario de ejemplos de presuntas discriminaciones y malos tratos.

La mayor parte de denuncias proceden de ciudadanos que se sintieron heridos al ser obligados a identificarse, que fueron detenidos por motivos que consideran improcedentes o, directamente, por agresiones y malos tratos en la calle o en la comisaría. Ninguno de los tres cuerpos policiales afectados por estas denuncias hizo ayer ningún comentario sobre las acusaciones de SOS Racismo.

Pero los cuerpos de seguridad públicos no son los únicos que ayer se llevaron una reprimenda de esta organización no gubernamental. Las empresas de seguridad privada, que registraron seis denuncias en 2004, también fueron objeto de crítica, sobre todo por el trabajo de sus agentes en el metro de Barcelona. SOS Racismo también recibió denuncias por los presuntos malos tratos propinados por parte de guardias de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat y de la discoteca Tropicana de Malgrat de Mar.

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Centros de internamiento

Begoña Sánchez también denunció el estado actual de los centros de internamiento para extranjeros como el de la Verneda, en Barcelona, por la "falta de condiciones higiénicas" y por la "inconstitucionalidad" de los mismos, ya que "los internos no están recluidos por un delito, sino por una falta administrativa, como no tener la documentación en regla".

En este sentido, lamentó "la indefensión de estas personas que se encuentran en situación irregular" y que "temen denunciar su situación por miedo a la expulsión o la complicación de su proceso de regularización para normalizar su estado".

Por otra parte, Sánchez aseguró que su organización ha constatado "un significativo aumento del racismo y la xenofobia en el ámbito cotidiano" a través de manifestaciones vecinales, de boicoteo a un comercio porque sus propietarios son de origen extranjero, de discriminación en lugares de trabajo e incluso en una visita médica.

Asimismo, la organización denunció prácticas racistas en lugares de ocio como discotecas o cafeterías, donde "se prohíbe de forma sistemática la entrada de personas con rasgos árabes". Así, subrayó la denuncia de un joven al que se le impidió subir a un avión porque "las características físicas del individuo fueron consideradas incompatibles con su política de vuelos [de la compañía aérea]", señaló Sánchez.

La memoria sostiene que la mayoría de denuncias de 2004 fueron formuladas por extranjeros procedentes de América Latina, Marruecos y el África subsahariana. También queda reflejado que la mayor parte de las denuncias llegaron de la mano de inmigrantes en situación legal y que los extranjeros en situación irregular apenas presentaron el 20% del total de las denuncias.

La Oficina de Información y Denuncias de SOS Racismo también recibió quejas acerca de la instalación de oratorios musulmanes, debido a las críticas suscitadas entre vecinos de Santa Coloma de Gramenet con motivo de la instalación de una mezquita en su localidad. Paradójicamente, los inmigrantes no presentaron ninguna denuncia contra la Ley de Extranjería.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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