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CRISIS EN EL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA

La oposición cobra la factura de Macarena

Reyes Rincón

El grupo andalucista en el Ayuntamiento de Sevilla seguía lamentándose meses después de las elecciones municipales de mayo de 2003 de los 5.000 votos que había perdido en el distrito Macarena. Los mismos que había ganado el PSOE. Tras el revés electoral, el PA centró su atención en la gestión socialista de este distrito en los últimos años. Y, según una fuente andalucista, dieron con "un aluvión de irregularidades".

De ese "aluvión" se ha alimentado la oposición del PA. Lo primero que denunciaron, en noviembre de 2004, fue que el PSOE no había justificado el gasto de 600.000 euros en el distrito Macarena ocho días antes de las elecciones. La Intervención municipal detecta un error y se elevó al pleno un reconocimiento de crédito por ese importe. Apenas vueltos de las vacaciones de Navidad, el PA provoca las dos primeras dimisiones en el grupo socialista tras denunciar que empresas vinculadas a dos de sus asesores, José María Castro Buján y Ángel Cervera, habían facturado al distrito la realización de diversos trabajos.

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El PSOE dio por cerrado el caso con las dos dimisiones, pero la oposición había detectado en Macarena un baúl lleno de irregularidades administrativas: adjudicaciones de obras, supuestas contrataciones a dedo, ayudas económicas abultadas para asociaciones afines a los socialistas. A la labor de investigación en Macarena encabezada por el PA se sumó enseguida el PP, que hasta entonces había centrado su campaña de desgaste del gobierno en denunciar los gastos en viajes del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y alguno de sus delegados.

El portavoz popular, Jaime Raynaud, asegura que el PSOE "jugó con ventaja" en las elecciones de 2003. "Nosotros no concurrimos en igualdad de oportunidades en el distrito Macarena", asegura. Esa ventaja, a juicio de Raynaud, surge desde el momento en que el PSOE "regó con numerosas subvenciones" a las asociaciones del distrito o adjudicó obras a dirigentes del partido. "Hay una cadena de personas que se van encargando de decir que todas esas mejoras se hacen en el barrio porque gobierna el PSOE", mantiene el portavoz popular, quien asegura que su grupo está dispuesto a rastrear minuciosamente los gastos realizados en los últimos años en el distrito Macarena. "Nos hemos centrado en el primer semestre de 2003, que es la fecha clave por la proximidad de las elecciones, pero estamos dispuestos a llegar a 2005". Raynaud cree que el trabajo les puede llevar un año.

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Algunas de las irregularidades más graves denunciadas por la oposición han salido del expediente de aquellos 600.000 euros sin justificar que se sometieron a un reconocimiento de crédito. A ese libramiento corresponden las 28 facturas que José Pardo, ex militante del PSOE, cobró a nombre de la empresa Construcciones y Obras Sevilla (COS) el 7 de mayo de 2003. Los andalucistas pusieron el acento en dos talones por valor de 2.400 euros cada uno, emitidos por derribar una pequeña construcción en un solar del barrio de San Diego. Los andalucistas aseguraron que allí no había ninguna construcción, pero José Antonio García, que todavía era concejal del distrito Macarena, visitó la zona con los periodistas respaldado por varios vecinos, para explicar la obra que, según aseguró, se había realizado.

El PA no creyó su versión e insistió en sus denuncias, a lo que el PSOE respondió con una rueda de prensa ofrecida por cuatro de los ediles más próximos al alcalde. Ofrecieron como prueba irrefutable una fotografía en la que se veía el pequeño módulo que supuestamente se había derribado. Pero, según algunos vecinos, aquella construcción había sido derruida varios años antes.

Los socialistas siguieron buscando pruebas de la obra ejecutada y la oposición de lo contrario, pero entretanto, fueron saliendo a la luz nuevos datos sobre el paquete de 28 talones por valor de 48.000 euros cobrados por José Pardo, vinculado al caso Juan Guerra. Pardo fue socio fundador de Construcciones y Obras Sevilla (COS), pero la empresa no pagaba a la Seguridad Social ni tenía actividad desde el verano de 2002. Pardo empleó el nombre y el CIF de la empresa, con una larga experiencia en obras realizadas para el Ayuntamiento, y fue consiguiendo nuevas adjudicaciones sin que nadie en el distrito Macarena comprobara que COS no tenía las cuentas al día.

La alarma la dio el administrador de la empresa, David Velázquez Morales, quien advirtió de que Pardo estaba cobrando obras no realizadas por COS. Pardo ya había sido imputado por la misma razón tras una denuncia de Velázquez, pero ambos llegaron a un acuerdo antes de que el caso avanzara en los tribunales. El escrito de Velázquez, que tardó siete días en llegar a la Alcaldía, obligó a los socialistas a admitir que todos los controles han fallado en el distrito Macarena.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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