La construcción de 13 espigones sumergidos para proteger las playas de la erosión comenzará en 2006
El Ministerio de Medio Ambiente comenzará a construir el próximo mes de enero los 13 espigones sumergidos frente a las playas de Barcelona con los que se pretende evitar que los temporales de Levante arrasen la arena del litoral. La construcción, con un presupuesto de 38 millones de euros, está pendiente de licitación y se prolongará durante un año, explicó ayer el gerente del Instituto Municipal de Parques y Jardines, Jordi Campillo. A falta del proyecto definitivo, el gerente apuntó que todavía no se han concretado cuestiones como el tamaño y el material de los espigones, su distancia respecto a las playas y la ubicación exacta bajo el agua.
Con las 13 barreras sumergidas, y con un aporte adicional de arena, el Ayuntamiento espera recuperar las 40 hectáreas de playa que llegó a tener Barcelona después de los Juegos Olímpicos de 1992. Esta superficie, tras años de fuertes vientos de Levante, se ha reducido a una tercera parte y ha obligado a reponer el mobiliario e incluso a mover torres de vigilancia de la Cruz Roja haciéndolas retroceder hacia la ciudad.
La teniente de alcalde y presidenta del Instituto Municipal de Parques y Jardines, Imma Mayol, explicó ayer que ya han comenzado los trabajos de acondicionamiento de las playas de la ciudad con vistas a la temporada de verano, cuando reciben a entre 17.000 y 23.000 visitantes diarios, de acuerdo con las cifras del año pasado.
Con el objetivo de reducir los residuos este verano se creará el Centro de las Playas, un espacio que se ubicará en la Barceloneta -bajo el paseo Marítim- y se dedicará a la divulgación de cuestiones ambientales y culturales relacionadas con el litoral. Además, se incrementará hasta 40 el número de personas que informan a los bañistas, se instalarán más papeleras y se continuarán regalando ceniceros de plástico.
Otras dos novedades se encuentran en los extremos del litoral de la ciudad: en la playa de Sant Sebastià, se señalizará con carteles el espacio que históricamente han ocupado bañistas nudistas; y lo que durante el Fórum fue la zona de baños funcionará como una playa más de Barcelona.
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