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Interior quiere que se guarden un año los datos de usuarios de Internet

España, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia intercambiarán información antiterrorista

Jorge A. Rodríguez

Los ministros del Interior del Grupo de los Cinco de la UE (España, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia) plantearon ayer que las empresas de Internet sean obligadas a guardar "por lo menos" durante un año los datos de usuarios de la red, para que puedan ser utilizados en investigaciones antiterroristas. La propuesta, que ya se debate en Alemania, parte de la constatación de que los grupos terroristas utilizan la Red para preparar atentados, mantener contactos y hacer labor de proselitismo.

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"Para combatir casos como el 11-M, es necesario adoptar medidas como ésta", explicó Otto Schilly, ministro alemán del Interior. El G-5 acordó poner en marcha "de forma inmediata" un sistema de intercambio de datos sobre personas que han estado en campos de entrenamiento terrorista y un sistema de alerta rápida sobre robos de armas, explosivos o material nuclear.

El debate sobre cómo investigar el uso que los grupos terroristas hacen de Internet, sin violar las leyes sobre protección de datos personales, ya está en marcha. "Alemania está muy preocupada por el terrorismo en Internet, por lo que ha planteado que los datos [sobre usuarios de la red] se guarden durante un año, y no tres meses como se hace ahora, para facilitar las investigaciones", dijo José Antonio Alonso, ministro español del Interior, durante la rueda de prensa que dio fin a la cumbre informal del G-5 celebrada en Granada.

Su homólogo alemán explicó los motivos. "Hay que evitar caer en la ligereza, porque las telecomunicaciones sirven para detectar preparativos de atentados. Y para perseguir delitos como el 11-M, tenemos que tomar este tipo de medidas sin minar la protección de datos", dijo Schily.

El Gobierno alemán sostiene que lo que único que pide a las empresas es que los datos de identificación de los usuarios, que ya se guardan tres meses para cobrar las facturas, se almacenen nueve meses más. Dicha información se refiere tanto a los dominios de páginas web como al correo electrónico, los grupos e incluso los chat de conversación.

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Como primera providencia, los cinco acordaron crear un grupo técnico de trabajo para vigilar y controlar "el uso de Internet que realiza tanto el terrorismo internacional como el crimen organizado" y para conocer "la amplia información que circula en la red en este sentido".

Los cinco ministros acordaron intercambiar información sobre actividades "y las personas presuntamente relacionadas con el terrorismo". "El intercambio de las listas de yihadistas

[partidarios de la yihad violenta] lo vamos a poner en marcha de inmediato", subrayó el ministro francés, Dominique de Villepin.

Las primeras listas se referirán a los ciudadanos europeos o residentes en Europa de quienes se tenga constancia de que han estado en campos de entrenamiento terrorista o han sido combatientes en conflictos como el de Irak, Afganistán o Chechenia.

Para ello se pondrá en marcha una red de puntos nacionales de contacto; es decir, cada país nombrará delegados de confianza a quienes se podrá recurrir para recabar esa información. En España desarrollará esta tarea el llamado Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA). Las llamadas listas de sospechosos no se utilizarán, según Alonso, para formar una base de datos como las que ya existen en Europa y EE UU "sino para intercambiar información de forma práctica". Villepin apostilló: "Lo que procuramos es que haya un intercambio sistemático de información sobre los yihadistas entre los cinco".

Los ministros acordaron también crear un sistema de alerta rápida sobre robos, desapariciones "o situaciones de falta de control de explosivos, armas o sustancias nucleares, radiológicas, biológicas o químicas susceptibles de ser utilizadas en atentados", como ocurrió en España con la Goma 2 usada en el 11-M.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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