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Rubio Llorente insiste en el uso del término comunidad nacional en la Constitución

Carlos E. Cué

El presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, defendió de nuevo ayer el uso del término "comunidad nacional" para hacer referencia en la Constitución a algunas comunidades autónomas. Para ello ofreció dos opciones. La primera, que su uso se acompañe de una mención a que el territorio en cuestión "es parte inseparable de la Nación española". Otra posibilidad que planteó el profesor, tras dejar claro que hablaba "para generar un debate" y desde el punto de vista personal y académico, sería la de retirar a la idea de comunidad el referente geográfico, de forma que se podría escribir: "El Estado español se fundamenta en la unidad indivisible de la nación española, de la que forman parte independiente y diferenciada las comunidades nacionales de lengua vasca, catalana y gallega".

Con esto quedaría claro, según Rubio Llorente, el carácter cultural, y no territorial, de las tres comunidades nacionales existentes, en su opinión, ligadas al uso de un idioma. Esto no afectaría, explicó, a los límites territoriales de las autonomías actuales. "Nunca he dicho que la Comunidad Autónoma del País Vasco pueda tener otras fronteras", insistió para despejar la polémica suscitada.

Rubio Llorente se vio obligado la semana pasada a rectificar sus palabras a través de un comunicado por el rechazo que habían generado. Pero, durante su intervención ayer en el Club Siglo XXI, se ratificó en su idea a favor del término comunidad nacional, defendido hasta ahora por el socialismo vasco y catalán y rechazado de plano por el PP.

Rubio Llorente había explicado que tiene intención de no aceptar nuevas invitaciones para hablar en público a título personal hasta que el Consejo no concluya la tarea encomendada por el Gobierno para asesorarle en las futuras reformas constitucionales.

Pero enseguida retomó la polémica, ya que sostuvo que no es "descabellado" reformar el artículo dos de la Constitución, algo a lo que se oponen tanto PP como PSOE, y pidió además que se modifique la mayoría prevista para ratificar en las Cortes una reforma de un Estatuto de autonomía. Señaló que debería ser de tres quintos, la misma requerida para una reforma Constitucional. Eso es precisamente lo que exige el PP, por ejemplo, para ratificar la reforma del Estatuto catalán, que ahora se puede aprobar por mayoría absoluta en el Congreso, sin contar por tanto con los populares. El PSOE se ha mostrado contrario a esta idea.

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