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Reportaje:

Damasco recibe a los soldados como héroes

Una fiesta espera en la frontera a los militares que llegan de Líbano, a pesar de que no han entrado en combate

No han disparado un tiro en 15 años, pero a los soldados sirios que regresan de Líbano les espera en la frontera un recibimiento de héroes, con bailarines, tambores y niños que ondean banderas nacionales. Las tropas sonríen y bailan, saludan esgrimiendo sus rifles, cuando sus vehículos cruzan la frontera con Líbano, un país que abandonan dentro de una retirada en dos etapas después de una intensa presión internacional.

"He venido para recibir a los héroes, el Ejército sirio que mantuvo su posición honorable en defensa de la nación árabe", asegura Basam Dumrani, un jefe de ventas de Damasco, mientras espera la llegada de los soldados. "Estamos felices de que por fin regresen a su patria", agrega.

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Por segunda noche consecutiva, a pesar del intenso frío, las autoridades han ayudado a desplazarse en autobús a cientos de personas hasta la localidad fronteriza de Yeidé. "¡Damos la bienvenida a los soldados!", corea la multitud, que lanza arroz y flores a las tropas mientras hace ondear retratos del presidente sirio Bachar el Asad, así como banderas rojas, negras y blancas.

Indignados por los insultos lanzados contra las tropas en Líbano por miles de manifestantes desde el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, insultos que han sido transmitidos a todo el mundo a través de las televisiones, muchos sirios creen que los libaneses han perdido a unos soldados que les ayudaron a acabar con la guerra civil y que les defendían de Israel.

Cerca de 50 camiones y autobuses con soldados cruzaron la frontera en Yeidé desde el este del valle de la Bekaa el sábado por la noche, horas después del compromiso ante Naciones Unidas del presidente El Asad de cumplir un calendario de retirada.

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Bailarinas vestidas con trajes tradicionales se suben a los camiones. "Éste es su país y al que algún día tenían que regresar", asegura Maya, que ha venido desde Damasco con sus tres hijas con bolsas llenas de flores y arroz para lanzarlas a los soldados.

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