Las asociaciones de periodistas aconsejan tratar con "respeto y prudencia" a las víctimas del terrorismo

Los periodistas deberán rechazar de forma explícita cualquier expresión de violencia, tanto en sus métodos como en sus objetivos, evitarán "la intromisión gratuita y las especulaciones innecesarias" sobre los sentimientos de las víctimas y, como norma general, no utilizarán imágenes de las mismas de forma reiterativa. Éstas son algunas de las recomendaciones incluidas en el Informe sobre el tratamiento informativo en los medios de comunicación respecto de las víctimas del terrorismo elaborado por el Consejo de Deontología del Periodismo de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE).

Presidido por Antonio Fontán, este organismo independiente ha elaborado un conjunto de normas que deberán ser tenidas en cuenta por los editores y profesionales de periodismo al abordar los fenómenos terroristas. El consejo recuerda que ante una situación de conflicto entre el derecho de informar y el respeto a la dignidad humana, la propia imagen, la intimidad y privacidad deberá prevalecer el segundo. Los informadores deberán excluir contenidos que inciten "a la violencia o a la subversión constitucional" y no serán neutrales a la hora de defender los valores democráticos.

Los afectados por la violencia terrorista serán tratados "como personas dignas del mayor respeto" y de manera "especialmente prudente", sobre todo si se trata de menores de edad. En el rechazo al terrorismo no se discriminará por razones de raza, religión o ideología y tampoco se criminalizará a parientes y amigos inocentes de quienes estén incursos en procedimientos judiciales. El consejo considera que utilizar estas cuestiones para aumentar el número de lectores o incrementar las audiencias va claramente contra la ética profesional.

Los autores del informe -elaborado por Antonio Petit y Manuel Núñez Encabo- consideran que un tratamiento "detallado, sistemático y bien orientado" de los hechos terroristas tiene efectos sociales y políticos beneficiosos, por cuanto contribuye a articular la reacción de la sociedad frente a este tipo de violencia. En un ejercicio de autocrítica, señalan que en ocasiones los medios han informado "sin el suficiente distanciamiento" y reprochan que, a menudo, los periodistas se han centrado en los terroristas más que en las víctimas y sus familiares. Por ello, recomiendan a la FAPE que siempre que sea necesario los profesionales "ofrezcan su amparo y su cercanía a todas las personas afectadas por cualquiera de las manifestaciones de la violencia terrorista".