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La UE fracasa en su primer intento de reformar el Pacto de Estabilidad

La nueva fecha límite es el próximo día 20, antes de la cumbre europea

Carlos Yárnoz

Los ministros europeos de Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) y de toda la UE (Ecofin) concluyeron ayer en Bruselas con un fracaso su primer intento de acordar la reforma del polémico Pacto de Estabilidad. Los insuficientes avances han obligado al luxemburgués Jean-Claude Juncker, presidente de ambos grupos y también de la UE en este semestre, a convocar otra reunión extraordinaria de los ministros el próximo día 20.

La intención es que el nuevo Pacto quede listo antes de la cumbre europea del 22 y el 23. Pese al tropiezo, todos confían en que los líderes europeos pactarán esos días la reforma.

Juncker dramatizó ayer la situación al insinuar que quizás no haya acuerdo, pero en Luxemburgo le esperaba para cenar el canciller alemán, Gerhard Schröder, con quien realmente negociará la propuesta que presente el día 20, después de que el dirigente alemán hubiera debatido la cuestión el día anterior con el presidente francés, Jacques Chirac, en Blomberg (Alemania). De hecho, el capítulo más importante que los ministros dejaron ayer sin resolver es el único que interesa a Berlín y París: el listado de "factores relevantes" a tener en cuenta para poder eludir el Pacto aunque un país haya superado el límite del 3% de déficit público.

"Tenemos la opción de no reformar el Pacto. Yo no lo excluiría, incluso si el Pacto funciona mal", amagó Juncker. "No excluyo llegar a la cumbre sin una propuesta", dijo con sorna para agregar que no ha perdido "la esperanza".

Sólo tres cuartos de hora dedicó el Ecofin, con sus 25 ministros, a debatir el nuevo Pacto. Imposible cerrar un acuerdo en ese tiempo. La noche anterior, los 12 ministros del Eurogrupo habían consagrado 10 horas a la discusión y habían logrado "numerosos avances", según el propio Juncker; "bastantes", en palabras del español Pedro Solbes o del belga Didier Reynders. Por la mañana de ayer, ya en el Ecofin, la discusión fue cortada de raíz por Juncker tras permitir sólo "dos o tres intervenciones", según personas asistentes.

Fue la intervención de Gordon Brown, el ministro británico, "la que hizo perder los nervios a Juncker", según esas fuentes. Brown despotricó contra el Pacto, dijo que "es un problema", que sus reglas "están ya superadas" y que, además, Londres ve muy mal que la Constitución europea prevea que Bruselas pueda amonestar directamente a países en riesgo de incumplir el Pacto. Casualmente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró ayer que Londres caerá en déficit excesivo como no reduzca sus gastos en servicios públicos.

Juncker zanjó el debate por lo sano y anunció la reunión extraordinaria del día 20 ante el estupor de la mayoría. "El problema es ecuménico", dijo entre risas al referirse a los países que, como el Reino Unido o los 10 nuevos socios de la UE, no están en la eurozona. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, se mostró también pesimista: "Entré con optimismo en la reunión del Eurogrupo. Durante la reunión, mi escepticismo fue en aumento. No estoy nada seguro de que podamos llegar a un acuerdo. Lo lamentaría". La no reforma sería, de hecho, una amenaza implícita para París y Berlín, a los que la UE tendría que aplicar el actual Pacto de forma rígida y automática.

Ahora "habrá que echarle horas, mucha imaginación y buena voluntad", comentó Solbes, en aparente alusión al eje franco-alemán.

Para el vicepresidente español, "ya hay suficientes elementos" para un acuerdo. La dramatización de Juncker tampoco fue seguida por el alemán Hans Eichel y el francés Thierry Breton, quien participaba por vez primera en una reunión del Ecofin. Los dos coincidieron en asegurar que hay "esperanzas" de conseguir el acuerdo el día 20 y, en todo caso, en la cumbre del 22 y 23, pero insistieron en que algunos gastos públicos en su país deben ser tenidos en cuenta de forma muy especial a la hora de evitar el procedimiento por déficit excesivo, aunque sus desequilibrios presupuestarios superen el límite del 3% del PIB, como les ocurre con Francia y Alemania desde 2002.

Para Berlín debe incluirse en listado de "factores relevantes" a tener en cuenta el coste de la reunificación del país, y para Francia, los gastos derivados de reformas estructurales.

Hans Eichel, Joaquín Almunia, Caio Koch y Gordon Brown, en un descanso del Ecofin.
Hans Eichel, Joaquín Almunia, Caio Koch y Gordon Brown, en un descanso del Ecofin.REUTERS

Notable para España

El Ecofin examinó ayer el actualizado Programa de Estabilidad de España y le dio un notable alto por la estabilidad presupuestaria de las cuentas públicas. El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, se congratuló por el "apoyo claro" del Consejo de la UE, que se suma al ya recibido por la Comisión, a un programa que, como recordó, incluye entre sus objetivos el incremento de la productividad y el empleo para mejorar la competitividad.

Es precisamente el bajo nivel de productividad y de competitividad en España la gran sombra que el Consejo y la Comisión han apuntado al respecto, así como la elevada inflación, que también disminuye esa competitividad. Solbes declaró que había explicado a sus homólogos el Plan de Dinamización de la economía, recientemente aprobado.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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