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Reportaje:

Vigías de los que duermen

El Puerta del Mar de Cádiz amplía sus medios para atender mejor las dolencias derivadas de un mal dormir

José María está harto de recibir cada noche las patadas de su mujer para que deje de roncar. Y su esposa está cansada de dárselas. Los potentes sonidos que emite al dormir dificultan el sueño a los suyos y, en un acto de solidaridad familiar, decidió acudir al médico. José María Ruiz, de 41 años, ha sido uno de los pacientes del Laboratorio del Sueño del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde se vigilan los valores respiratorios y neurofisiológicos de los que pasan allí la noche. Desde que el especialista le solicitó el estudio del sueño, hasta que se lo han realizado, ha esperado cinco meses. Según el director de la unidad gaditana, Antonio León, "es raro encontrar una unidad de este tipo que no tenga una lista de espera inferior a medio año".

Antonio León es todo un especialista en el sueño. A él ha dedicado gran parte de su labor formativa y profesional como médico. En 1998 creó el Laboratorio del Sueño del Puerta del Mar de Cádiz. De entonces a ahora, han cambiado mucho las cosas. "Cuando yo empecé había muy pocas unidades de este tipo en Andalucía. Teníamos pocos medios y nos enfrentábamos a listas de espera de tres a cuatro años". Esa cifra ha logrado reducirse en Andalucía pero la demanda sigue siendo considerablemente más amplia que la oferta. "Esto es como las carreteras. Cuando el tráfico se desborda, desdoblamos la autovía. La circulación se alivia algo pero sigue colapsada", reconoce León.

Este experto justifica el creciente interés por las dolencias derivadas del sueño "a un mayor conocimiento de la población y los facultativos". Los estudios han avanzado mucho en poco tiempo. Unos análisis en los que se ha constatado que determinadas dolencias de pacientes, como las cefaleas, la impotencia o la somnolencia, tienen relación directa con problemas que sufren cuando duermen.

Dolencia grave

La principal enfermedad que se trata en estas unidades es el denominado síndrome de apnea del sueño, un cuadro clínico caracterizado por breves y continuas interrupciones respiratorias en el paciente durante la noche, que le obligan a despertarse consciente o inconscientemente, por lo que pierde el carácter reparador del sueño. Los síntomas los nota el enfermo (somnolencia diurna, dolor de cabeza, ahogos nocturnos, impotencia) y también el acompañante de cama (ronquido, movimientos corporales excesivos o cambios de personalidad). Es una dolencia grave. Porque afecta al rendimiento del trabajo, es un riesgo para los conductores y dificulta la vida cotidiana. También es grave porque, al disminuir el oxígeno que se recibe, puede traer consecuencias cardiovasculares como arritmias o cardiopatías. Esta enfermedad ya tiene una incidencia del 4% entre la población española. En estas unidades, se estudian otras dolencias como la narcolepsia (quedarse dormido en cualquier sitio) o el síndrome de las piernas inquietas (que obliga a levantarse por continuos calambres).

José María, como el resto de pacientes, pasa la noche conectado a varios cables que permitirán cuantificar cada pausa respiratoria. El Puerta del Mar puede recibir cada noche a cuatro personas. Dos, que son vigiladas a través de una cámara infrarrojos, a las que se les realiza un estudio polisomnográfico y otras dos, que son conectadas a sistemas poligráficos, que no monitorizan el sueño pero sí todos los eventos respiratorios. También cuenta con un mecanismo que permite que el paciente pueda realizar el estudio en su domicilio.

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Los tratamientos para el síndrome de apnea del sueño han ido cambiando. "Antes no pasábamos del consejo de que perdiera peso e hiciera ejercicio", dice Antonio León. Las investigaciones han aportado nuevas soluciones. La más avanzada es la CPAP, un sistema de ventilador que envía un flujo de aire hasta una mascarilla nasal, que evita las interrupciones respiratorias que trastocan el sueño.

José María aguarda ahora los resultados de su estudio. El Laboratorio del Sueño del Puerta del Mar realizó el año pasado 1.100 análisis. Y los incrementará en 2005, ya que en marzo contará con un nuevo estudio poligráfico domiciliario. En total, podrá atender a seis pacientes diarios. Pacientes como José María, que espera, con la solución a sus ronquidos, el fin de las patadas nocturnas.

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