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Reportaje:

La familia anima la escena

Los hermanos Jabier, Fermin e Iñigo Muguruza componen la música de tres obras de teatro en cartel

Los hermanos Jabier, Fermin e Iñigo Muguruza forman una de las sagas más prolíficas de la música vasca. Iñigo y Fermin coincidieron en Kortatu y Negu Gorriak, y Jabier e Iñigo hicieron lo propio en Joxe Ripiau. Ahora desarrollan sus carreras por separado. Jabier se ha asentado como cantautor entre el jazz, la poesía y el pop; Iñigo canta, compone y toca la guitarra con el grupo Sagarroi, y Fermin propaga sonidos de herencia jamaicana al frente de su Kontrabanda.

Cada uno ha emprendido un camino, aunque hay un aspecto profesional que les une: los tres han compuesto recientemente música para tres obras de teatro actualmente en cartel. Jabier ha concebido la que suena en Groau!, de la compañía Hika. El cuarteto Sagarroi comparte incluso escenario con los dos actores de Ezequiel, coproducción de la banda y la Fábrica de Teatro Imaginario. Y Fermin es autor de la banda sonora de Xomorroak (Bizitza lorontzian), un musical de Txalo para el público infantil.

"Nunca me había enfrascado en un proyecto tan ambicioso", dice Iñigo

También se dirige a los más pequeños Groau!, factor básico para que Jabier se decidiese a ponerle música. "Es muy agradable trabajar en ese registro. Desde que en 1989 publiqué el disco Ja, ja, siempre he intentado mantener un hilo de contacto con ese mundo infantil, a través de la literatura o la música", explica un artista que ha publicado cinco libros de literatura infantil y dos de relatos para adultos.

"En este caso tenía que ceñirme a textos ya escritos por Yolanda Arrieta, que respondían al espíritu del guión escrito por ella misma. También había algunas líneas orientativas señaladas por la directora y la propia compañía. Así, la música de Groau es muy diferente a la que ofrezco como cantautor, desde luego, pero no tan distinta a la que hice en Ja, ja, por ejemplo", explica.

Menos afición teatral acredita Iñigo, quien no oculta, sin embargo, su pasión por el cine. "Veo muchísimas películas y he estudiado dirección de cine. Si no me dedico más a ello es por lo caro que resulta y la dedicación que exige", confiesa el músico, que hace tres años dirigió el cortometraje Nahia.

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Su conocimiento del texto original ha sido determinante al afrontar el proyecto. "Cuando leí Me llamo Ezequiel y así será siempre, de Martxel Mariskal, pensé que me gustaría hacer algo con esos textos", precisa. Su elaboración ha sido muy diferente al resto de la producción de Sagarroi. "Hasta la fecha nunca me había visto enfrascado en un proyecto tan ambicioso y de tan dura preparación. Compaginar música e interpretación ha sido un proceso de interacción muy complicado, pero muy enriquecedor", reconoce.

Sagarroi no recogerá la música de Ezequiel en disco ("la parte interpretativa de la obra no se vería reflejada"). En ello se diferencia de Fermin Muguruza, quien sí ha editado un compacto con las 14 canciones, en euskera y castellano, que ha escrito para Xomorroak. El álbum aúna programaciones y rumor de tango, rock, techno, acid jazz, reggae y sones tradicionales, y sólo se puede adquirir a través de la web del sello Metak (www.musikametak.com) o asistiendo a una representación de la obra.

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