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Los analistas esperaban con cierta impaciencia la publicación de la tasa de paro y el dato de creación de empleo del mes de febrero en Estados Unidos, pues de esos dos datos se podía deducir qué hará la Reserva Federal en los próximos meses.

La tasa de desempleo fue mala de solemnidad, pues creció dos décimas, hasta el 5,4%, aunque se crearon 262.000 empleos no agrícolas. Las previsiones de los analistas se quedaron lejos de la realidad, pero lo importante es que la Reserva Federal se pensará un poco más la cuantía y el ritmo de ajuste de los tipos de interés, según las primeras lecturas de los mercados de valores.

Wall Street abrió abiertamente al alza y a media sesión ganaba el 0,91%, lo que animó al conjunto de las bolsas europeas, que, sin apenas excepciones, cerraron con avances generalmente importantes.

El Ibex 35 terminó la sesión con una subida del 1,27%, que le permite cerrar la semana en positivo y por encima de los 9.500 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid ganaba el 1,15% y cerraba en 1.019,77.

Una de las características de esta sesión fue la indecisión, que se tradujo en un volumen de negocio muy bajo, hasta los minutos finales, en los que se prodigaron las tomas de posiciones de cara a las próximas jornadas. El mercado continuo negoció un total de 2.681,98 millones de euros, con 650 millones en operaciones institucionales, mientras que de los 2.020 millones conseguidos en operaciones "abiertas", casi el 20% se generaba a última hora.

La tasa de paro del mes de enero en la eurozona se mantuvo en el 8,8%, pero los inversores consideran más cercanos a sus necesidades los indicadores estadounidenses, de ahí que apenas se prestara atención al desempleo europeo, posiblemente por lo desfasado que resultaba.

La Bolsa de París ganó el 0,74%; la de Francfort, el 1,15%, y Londres, el 0,43%. El precio del petróleo, mientras tanto, cedía posiciones en los mercados de Londres y Nueva York y el dólar volvía a caer por debajo de 1,32 frente al euro.