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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Muñones

Los árboles de mi plaza, que debido a las múltiples podas ya casi no echan hojas en primavera, están siendo podados de nuevo. O sea, están "podando" los muño-nes que dejaron en la última y reciente poda. No son árboles especiales, sólo simples acacias, pero en verano daban una sombra a la plaza que nos permitía sentarnos a charlar un rato, ver a nuestros hijos jugar o leer.

Sin embargo, todo eso era en el pasado. De unos años a esta parte, desde que empezaron las podas agresivas, las acacias ya no parecen acacias, más bien tienen el aspecto de esos árboles de la estepa africana a los que el viento castiga y sólo cuentan con algunos penachos de hojas como pegadas a muñones. Ya nadie sale a la plaza en verano durante el día porque es un horno.

Hubo una época en la que los árboles se pusieron de moda en Madrid (hasta se les ponían nombres de niños y niñas nacidos en la urbe), pero al mismo tiempo debió aparecer el negocio y el tinglado del "mantenimiento" y las "podas". Siempre ha habido árboles en Madrid, pero nunca se los había maltratado tanto como hasta entonces. Imagino concursos de contratas, maquinaria... en definitiva: muchas nóminas, muchos intereses, y brigadas de poda armadas de máquinas perfectas -carísimas, seguro- que trituran las ramas in situ, haciendo un ruido infernal, podando a diestro y siniestro. Mientras más poda más nóminas y más beneficios para alguien.

Pero al final quien paga el pato son los árboles que con tan escasa cantidad de hojas no pueden respirar y empiezan a decaer para acabar secándose. También lo paga el paisaje urbano. Y nosotros, que en verano ya no podemos sentarnos en los bancos a la sombra de los árboles, porque la sombra, ya, a estas alturas y desde hace algunos años, es un privilegio exclusivo de los que viven cerca de algún parque o en La Moraleja, con todos mis respetos hacia estos vecinos.

¿Podría alguien dar una explicación?, y, por favor, absténgase de generalidades como "es que los semáforos y las señales de tráfico deben estar visibles", o "las ramas no pueden penetrar en las ventanas de los edificios colindantes". ¿A santo de qué estas podas agresivas y masivas que están dejando a nuestros árboles con este aspecto tan lamentable?

Por favor, no dejemos que la poca naturaleza que tenemos en la ciudad siga siendo objeto de lucro de unos pocos "espabilados", o simplemente negligencia de unos cuantos burócratas irresponsables o en el peor de los casos, profundamente ignorantes. Nos jugamos demasiado. Nos jugamos un aire mejor (recuerden que los árboles lo limpian), nos jugamos la estética de nuestras calles y plazas y nuestra vida social y vecinal. Nos jugamos calidad de vida.

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