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Detenido en Caracas el líder sindical que encabezó la huelga petrolera de 2002 contra Chávez

Carlos Ortega fue arrestado tras regresar a Venezuela con un documento falsificado

La policía venezolana ha detenido en Caracas al ex presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, acusado de traición a la patria, rebelión civil y otros delitos, por haber sido uno de los líderes de la huelga petrolera y empresarial de diciembre de 2002 y enero de 2003. Ortega fue conducido ayer ante el tribunal que solicitó su captura hace ya dos años, cuando se abrió la causa en su contra, apenas unos días después de que la gran huelga fracasara en su intento de forzar la salida anticipada del presidente Hugo Chávez.

Por entonces, Ortega se refugió en la Embajada de Costa Rica y solicitó asilo en ese país centroamericano. Permaneció amparado por ese beneficio hasta marzo de 2004, cuando le fue revocado por no atender las recomendaciones que le hicieron las autoridades costarricenses de no llevar a cabo actividades públicas en contra del Gobierno venezolano.

Ya sin asilo, el presidente de la principal central obrera retornó de manera clandestina a Venezuela y participó en una marcha opositora en los últimos días de la campaña previa al referéndum presidencial de agosto de 2004.

Según fuentes de los Servicios de Inteligencia citadas por el ministro del Interior, Jesse Chacón, en esa oportunidad el dirigente opositor viajó desde Costa Rica hasta Bahamas y de allí se desplazó por vía marítima a una zona costera del occidente de Venezuela.

Falsa identidad

Al momento de ser detenido, Ortega portaba una cédula de identidad falsa con el nombre de Manuel Mendoza Herrera. Tiene un aspecto ligeramente distinto, pues ahora lleva un poblado bigote y el cabello teñido de negro.

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Chacón ironizó acerca de la forma como fue capturado. "Nosotros lo estábamos buscando en las montañas, suponíamos que se encontraba en un campamento guerrillero, ya que declaró que permanecería en la resistencia, luchando contra el Gobierno que, según él, es una dictadura. Pero lo encontramos en un local nocturno de Caracas jugando bingo", explicó. El ministro no desperdició la oportunidad para clavarle banderillas a los adversarios políticos. "Éstos son los dirigentes de la oposición, quieren pelear contra Chávez desde un casino", dijo.

Durante los más de 60 días que duró el paro, Ortega y el presidente de la principal organización empresarial, Carlos Fernández, fueron los principales voceros de la Coordinadora Democrática, promotora de la huelga. Cada tarde, ambos ofrecían una rueda de prensa para informar sobre la situación nacional. Fernández, quien también está reclamado por los tribunales venezolanos, permanece fuera del país.

Tras el anuncio de la detención de Ortega, líderes de la oposición elevaron sus voces de protesta. Manuel Cova, quien ha dirigido a la CTV durante su ausencia, opinó que se trata de una nueva demostración de la persecución a la que son sometidos los dirigentes sindicales y de partidos. En el mismo sentido se pronunció Alfredo Ramos, antiguo rival de Ortega en las luchas internas de la CTV. "Es un perseguido político más de Chávez", enfatizó.

El ministro Chacón respondió que se trata de un ciudadano reclamado por un tribunal y que debe responder por los enormes daños que la huelga de 2002 y 2003 causó al país, estimados en 10.000 millones de dólares (7.600 millones de euros).

Rafael Parra, abogado designado por Ortega para su defensa, comentó que el delito más grave que se le imputa es el de traición a la patria, para el que se contempla una pena de hasta 30 años de cárcel, la máxima posible según el ordenamiento legal venezolano.

A los delitos por los que ya era solicitado se le agregó ahora el de "falsa atestación ante funcionario público", relacionado con el documento de identidad falsificado que presentó al ser detenido.

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