Desalojados 90 alumnos de un colegio de Sant Cugat al desprenderse el techo
En las últimas semanas se han producido tres caídas
La dirección del Centro de Educación Infantil y Primaria L'Olivera de Sant Cugat evacuó ayer a sus 90 alumnos al caer, otra vez, una placa del techo de un parvulario sin causar heridos. En las últimas dos semanas han caído tres placas, la última, cinco días después de que la Generalitat emitiera un informe en el que garantizaba la seguridad para alumnos y profesores. La Asociación de Madres y Padres estudia emprender medidas legales.
Pasaban unos 20 minutos de las nueve de la mañana y la veintena de niños y niñas del aula de P-3 del CEIP L'Olivera de Sant Cugat del Vallès aún no se habían sentado en sus sillas. Afortunadamente, porque una placa del falso techo de la escuela, de un metro por unos 50 centímetros y de 15 kilos de peso, cayó, con foco incluido, justo encima de la mesa alrededor de la que se suelen sentar los niños. Era la tercera vez que sucedía en menos de 15 días. El primer desprendimiento, el 16 de febrero, se produjo en el lavabo de P-3, cuando los pequeños estaban durmiendo. El segundo, el 21 de febrero, sucedió en un aula de P-5 cuando no había nadie.
¿Qué ha pasado? La jefe de estudios de la escuela, Dori Solvas tiene claro lo que sucedió las otras dos veces. "Los técnicos dijeron que había muchas vibraciones -la zona se está urbanizando y continuamente hay máquinas excavando- y lo que hicieron fue asegurar las placas con guías y clavos. Dijeron que era como matar un mosquito a cañonazos". Estos trabajos se hicieron el 22 de febrero y dos días después los servicios territoriales del Vallès Occidental del Departamento de Educación de la Generalitat emitieron un informe en el que se afirmababa: "La seguridad de alumnos y profesores está garantizada por los técnicos y la empresa instaladora".
Tras la tercera placa los profesores han optado por cerrar la escuela y ayer llamaron a todos los padres para que fueran a recoger a sus hijos. Según el Departament de Educación, se cambiará todo el falso techo de la escuela, inaugurada el pasado septiembre y que, de momento, acoge 90 niños de P-3, P-4 y P-5. Es una construcción industrializada -prefabricada- que GISA adjudicó a la empresa constructora Teyco S.A. El mismo departamento también aseguró que las clases se reemprenderán el lunes, aunque los padres no están convencidos. "Ya nos aseguraron que era segura y ha pasado esto", explica el presidente de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, Jordi Reverter. Y continúa este padre: "no descartamos emprender medidas legales porque no queremos que esto vuelva a suceder en otra escuela; si hay que presionar en el ámbito legal, presionaremos". Los profesores también exigen "un certificado que garantice la seguridad para alumnos y profesores". Ayer profesores, padres y responsables políticos municipales se reunieron en una asamblea.
El Ayuntamiento de Sant Cugat, gobernado por CiU, aseguró que ya exigió un certificado tras el segundo desprendimiento para garantizar la seguridad del centro e instó a la Generalitat de Catalunya y a la empresa GISA a reparar las deficiencias del falso techo.
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