¿Qué opinan las empresas de los recién licenciados?

Las aptitudes que demandan las empresas de las titulados universitarios no coinciden con las que éstos llegan a las entrevistas de trabajo o con las que detectan posteriormente las compañías en sus empleados licenciados. La situación que describen las firmas refleja una relación entre formación superior y demanda laboral llena de desajustes. Esta reflexión llega en pleno debate sobre la reforma de las titulaciones españolas y de los modelos de enseñanza para adaptarlos a la futura educación superior común europea.

Las mayores insuficiencias con las que salen al mercado los titulados superiores son, en opinión de las mayoría de las empresas españolas, la carencia de formación práctica, de habilidades directivas, de capacidad para comunicarse eficazmente, de manejo de los idiomas y de aptitud para trabajar en equipo. Así lo refleja un estudio realizado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) entre 404 empresas para averiguar, entre otras cuestiones, en qué medida los titulados universitarios cuentan con aptitudes suficientes en 12 aspectos básicos. El asunto que ha recibido un mayor porcentaje de puntuaciones negativas ha sido la formación práctica (el 86%) .

En cambio, las habilidades en las que las firmas consideran que los graduados están mejor preparados son los conocimientos teóricos; la aptitud para aprender; la informática y las nuevas tecnologías, y la capacidad de análisis.

Pero el criterio de las empresas sobre las principales aptitudes que deben reunir los titulados para acceder al mundo laboral no coincide con las habilidades que éstos adquieren en las aulas universitarias, según aprecian las compañías consultadas. La competencia que las firmas consideran más relevante es la aptitud para trabajar en equipo, seguida de la formación práctica, la motivación para el trabajo, la capacidad para resolver problemas, la aptitud para aprender y el dominio de los idiomas.

Escasa relación

La encuesta ha sido realizada en el segundo trimestre de 2004 con el objetivo de analizar la opinión de las entidades sobre la Universidad y observar su nivel de implicación en ellas, explica el coordinador general de la Fundación CYD, Martí Parellada Sabata. Respecto a la relación empresa-universidad, el informe revela que sólo un tercio de las compañías ha utilizado los servicios universitarios para incorporar titulados y que menos de la mitad (el 47%) tiene alguna relación con estos centros educativos.

Y es que una de cada tres compañías opina que la Universidad no ejerce el papel de motor de desarrollo económico. De hecho, muy pocas (alrededor del 15%) recurren a estos centros para hacer algún tipo de transferencia tecnológica. Pero, por otra parte, casi el 90% opina que la Universidad debería favorecer la creación de empresas de base tecnológica y el 87% piensa que se deberían potenciar las estancias de profesores en empresas y de trabajadores en universidades.

Un último aspecto completa el cuadro de la situación: sólo el 8% de las empresas ha recurrido a la Universidad a la hora de diseñar cursos de formación a medida para sus empleados y un porcentaje también muy bajo (el 18%) lo ha hecho para contratar cursos en general. Los encargan mayoritariamente a un departamento de la propia firma y, en segundo lugar, a organizaciones o colegios profesionales, explica el vicepresidente de la Fundación CYD, Francisco Solè Parellada. Esta fundación persigue impulsar mediante análisis y experiencias piloto la cultura emprendedora en las universidades y cuenta en su patronato con 19 grandes entidades.