La policía confía en que la 'caja negra' del Windsor aclare el origen del fuego
Los investigadores insisten en la hipótesis de un cortocircuito o el calentamiento de un aparato
"La caja negra del Windsor puede aclararnos muchas cosas. Esperamos que el análisis de los discos informáticos nos dé información sobre el sistema de alarma del edificio, sobre las posibles incidencias que pudo haber en la red eléctrica y otras incidencias no sólo del día del incendio, sino de tiempo atrás. Además, con las cintas de vídeo veremos qué personas entraron y salieron y a qué hora", asegura un responsable policial. "Pero, por lo que sabemos hasta ahora, no hay nada raro. Nada raro que descarte la hipótesis de que el fuego fue causado por un cortocircuito", añadió.
El candado de un sótano del edificio fue cortado con una sierra radial por los bomberos
La Comisaría General de Policía Científica comenzó ayer el volcado de los datos contenidos en los ordenadores que controlaban el sistema contraincendios y la red eléctrica, así como otros datos de la torre Windsor, que el pasado 12 de febrero fue destruida por un incendio. Según fuentes policiales, el análisis de esta información permitirá aclarar muchas cosas no sólo referidas al día del siniestro, sino a "muchos meses antes". Por ejemplo, la policía espera determinar a qué hora saltó la alarma contraincendios, en qué lugar del rascacielos, cómo actuaron los vigilantes...
Pero, además, los expertos policiales confían en que el disco duro informático determine si la red eléctrica del edificio de 28 plantas del complejo Azca sufrió esa noche algún cortocircuito u otro tipo de incidencia. Ésta es precisamente la principal hipótesis que maneja la policía: que el origen del incendio fue un cortocircuito o el recalentamiento de algún aparato.
Los encargados de las pesquisas también van a examinar el soporte informático que controla las entradas y salidas de personal, además de visionar las cintas de vídeo grabadas por las seis cámaras del edificio a fin de establecer quiénes fueron los últimos empleados que abandonaron el rascacielos antes del siniestro. Fuentes policiales tienen constancia de que la británica Rosemary Caroline A., de 35 años, empleada de la auditora Deloitte, entró a las seis de la tarde y pidió la llave para acceder a la novena planta del rascacielos.
A las nueve de la noche salió del edificio, pero regresó más tarde y permaneció en la oficina hasta que oyó por megafonía un mensaje que ordenaba el desalojo sobre las 23.20. Rosemary sería, pues, la única persona que estaba trabajando en ese momento. Sería "la mujer rubia" a la que los vigilantes desalojaron al iniciarse el fuego.
La policía calcula que el volcado de la caja negra del Windsor durará varios días, pero a la vez está segura de que eso aportará "información muy valiosa".
Por otra parte, los técnicos policiales grabaron ayer un vídeo desde la misma posición en que lo hizo Carlos Just Faro, el abogado de Reus que rodó las imágenes en que se aprecian dos siluetas que parecen corresponder a dos personas, junto a una ventana del coloso en llamas. El objetivo es cotejar esta imágenes con las captadas por el abogado, pero los expertos aún no pueden hacerlo porque no disponen todavía del original de Just. A la vez, la policía recibió ayer dos nuevas cintas de vídeo y dos películas en formato super 8, remitidas por vecinos de la zona. "No aportan nada nuevo" aseguró un responsable policial.
La investigación ha aclarado otro aspecto que había suscitado polémica: el candado que cerraba un acceso del sótano del edificio fue serrado por los bomberos con una sierra radial. Eso descarta que lo hiciera un intruso. Algo similar ocurre con el butrón [agujero] localizado en el sótano segundo: la policía cree que no es un orificio hecho por una persona con intención de entrar o salir por allí, a la vez que sospecha que dicho orificio pudo ser efectuado mucho tiempo antes del siniestro.
Un experto en incendios y un químico, ambos de la Comisaría General de Policía Científica, entraron ayer en el edificio acompañados de un perro especializado en la detección de sustancias acelerantes del fuego (gasolina u otras sustancias). Esta prueba no aportó ningún resultado.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Madrid ha precintado los sótanos 1 y 2 del rascacielos porque "estas zonas son un laberinto con muchas entradas y salidas", según la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez. A la vez, el Consistorio ha montado cámaras en edificios próximos al Windsor para tener controlado el perímetro y evitar así riesgos durante la operación de desmontaje del esqueleto de hormigón.
La juez que se encarga temporalmente del juzgado de instrucción número 28 podría ser relevada en breve por un magistrado titular, que continuaría con la investigación, según fuentes judiciales. Por otro lado, el equipo de Gobierno municipal, del PP, aceptó ayer la creación de una comisión de investigación sobre el incendio, pero sólo cuando acabe la investigación judicial, rechazando sendas proposiciones presentadas por el grupo socialista y el de IU, que querían que esa comisión municipal se constituyera inmediatamente.
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