"Puede haber más casos de contaminación si no se limpian los residuos de Flix"
La mesa del alcalde de Flix (Ribera d'Ebre), Pere Muñoz (ERC), se esconde bajo un ordenado desorden de papeles sobre experiencias de descontaminación de ríos en todo el mundo. Los centenares de miles de vertidos de la empresa Ercros al Ebro se han convertido en su principal quebradero de cabeza, como si no tuviera ya bastantes con tratar de lograr una reconversión económica para su pueblo, que ha basado su riqueza durante el último siglo en una fábrica que ocupó a más de 1.500 personas, mientras que hoy apenas son 230 empleados. Muñoz es miembro y portavoz de la comisión de seguimiento creada para decidir qué hacer con la montaña de residuos tóxicos y radiactivos que yacen junto a la fábrica desde hace décadas.
Pregunta. Usted defiende la retirada de los vertidos. ¿Por qué?
Respuesta. Esto puede ser una oportunidad para el país, un ejemplo de pueblo donde se ha efectuado una actuación de descontaminación importante. Ahora Flix es un municipio vinculado a la contaminación química, y la única forma de que la zona se plantee una opción de futuro más sostenible sería ésta. Reclamamos que no se busque la opción más barata ni una intermedia. Cualquier solución que mantenga residuos en el río sería a medio plazo, pero no a largo plazo. Deben llevarse a un vertedero donde puedan ser tratados.
P. Pero no hay vertedero con estas características en la zona...
R. Estamos dispuestos a que haya en el municipio un vertedero de residuos especiales que pueda albergar los vertidos del embalse. Controlado y en condiciones, eso sí. Hay que limpiarlo todo y permitir así una diversificación económica. Hay varias empresas interesadas en venir, y todo esto las ha frenado.
P. ¿Empresas químicas?
R. Tenemos la posibilidad de crecer con un polígono químico. Tarragona está saturado, y se ha puesto en duda su compatibilidad con el sector turístico. Nosotros tenemos tradición de industria química y la gente la aceptaría perfectamente.
P. ¿No hay temor de que pueda producirse algún otro suceso similar, o un accidente?
R. Así como hace cien años no había legislación ambiental y las empresas hacían y deshacían lo que les parecía, ahora la Administración y los empresarios son mucho más rigurosos. Ercros, por ejemplo, supera con creces las exigencias medioambientales.
P. Pero luego ocurre, como en 2001, que aparecen miles de peces muertos en el río.
R. Éste es el asunto. Las lluvias y las riadas que hubo tuvieron la culpa. Por eso pedimos una solución definitiva para los residuos. Suponemos que las riadas arrastraron parte de esos sedimentos tóxicos, porque hay estudios que así lo dicen. Y puede darse fácilmente otro episodio así si no se limpian los residuos del embalse.
P. Estos vertidos llevan décadas en el embalse. ¿Por qué no se ha actuado antes?
R. Cada vez que salía este asunto, a escala técnica nos decían que lo mejor era no tocar nada y controlar la calidad del agua río abajo.
P. ¿Quién lo decía?
R. Técnicos vinculados a la empresa. Las administraciones nunca se preocuparon.
P. ¿Cuál es el futuro?
R. Tenemos una fábrica que debe acometer un proceso de sustitución tecnológica en una inversión multimillonaria que han llevado a cabo pocas empresas en Europa. Ercros tuvo pérdidas en 2004 y existe una incertidumbre. Podría ser que cierre y nos quede el embalse contaminado.
P. No es un muy alentador...
R. Tenemos que diversificar el sector químico. No podemos competir en turismo, sino mantener la actividad industrial, y el caso de Flix sólo es el primer capítulo. Las centrales nucleares de Ascó tienen también una fecha de caducidad. Existe una obligación por parte de la Administración de revertir en este territorio la cuota de solidaridad que hemos ofrecido al resto del país.
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