"Pongo mi confianza en el voto de los indecisos"
Pedro Santana Lopes (Lisboa, 1956) recorrió ayer Lisboa de arriba abajo tratando de convencer a los indecisos para dar la vuelta a todas las encuestas, que le dan como perdedor en las elecciones del próximo domingo en Portugal. El líder del conservador Partido Social Demócrata (PSD) pasó de la alcaldía de Lisboa a primer ministro el pasado julio, cuando José Manuel Durão Barroso se marchó a Bruselas, pero tras sólo cuatro meses de Gobierno, el presidente de la República, el socialista Jorge Sampaio, disolvió la Asamblea Nacional y llamó a elecciones. A su juicio, esta decisión ha agravado la crisis que atraviesa el país, aunque admite que su partido tiene también su parte de responsabilidad: "El primer Gobierno habló mucho de reducir el déficit y poco del crecimiento", afirma en un correcto castellano.
"Es fundamental reducir el peso del Estado en la economía, que es muy grande"
Pregunta. Las encuestas siguen colocando a los socialistas al borde de la mayoría absoluta. ¿En qué confía para darle la vuelta a unos sondeos tan adversos?
Respuesta. En los indecisos. Todas las encuestas detectan que sigue habiendo un número de indecisos impresionante. En ellos pongo mi confianza. Y en que haya una fuerte participación.
P. ¿Quién tiene la culpa de la crisis que atraviesa el país?
R. Seguramente todos, pero creo que nuestro sistema político favorece situaciones como ésta. Lo que ha ocurrido aquí es impensable en la mayoría de países: el jefe del Estado disolviendo un Parlamento no por petición del primer ministro, sino porque él lo decide... ¡cuando hay una mayoría estable! La mayoría será buena o mala, esto lo sabrán los electores, pero había una mayoría. Para colmo, ahora no está claro que de estas elecciones salga un Gobierno estable.
P. ¿Culpa entonces al presidente?
R. Ha habido un conjunto de factores, empezando por la salida de Durão Barroso, pero después el presidente demoró tres semanas la aceptación de un nuevo Gobierno y luego dijo que estaría bajo vigilancia especial. El resultado es que ha creado un clima de tensión que ha durado cinco o seis meses.
P. ¿Por qué no ha logrado el PSD enderezar la economía?
R. Es verdad que en 2003 hubo recesión, pero en 2004 ya crecimos el 1%. No es fantástico, pero es algo, indica un camino. Es cierto que el paro aumenta y realmente es difícil controlarlo, pero estábamos mejorando. Y los datos de inflación de enero han sido los mejores en cinco años. Lo que es seguro es que esta crisis política no ayuda nada a la recuperación que estábamos consiguiendo poco a poco.
P. ¿No acepta responsabilidades del PSD en la crisis de la economía?
R. Discutimos mucho sobre si la responsabilidad es de los socialistas o nuestra. Creo que ambos tenemos responsabilidades. Ellos han gobernado mal y nosotros, en el primer Gobierno
tal vez hablamos mucho del control del déficit y poco de la necesidad de crecer y crear puestos de trabajo.
P. ¿Cuál es su fórmula para mejorar la economía si sigue en el cargo?
R. La fórmula es que haya estabilidad, confianza. Y para lograrlo es fundamental reducir el peso del Estado en la economía, que en Portugal es muy grande.
P. ¿Significa reducir los programas sociales?
R. No estoy hablando de reducir el gasto social, sino de la maquinaria del Estado, que es muy pesada. Hay que hacer dos cosas: liberar recursos para la economía privada y conseguir un acuerdo social para mejorar la productividad. Nuestra gran diferencia con países como España, Grecia e Irlanda es que tenemos una productividad peor. Sólo alcanzaremos este acuerdo social con un Gobierno estable.
P. ¿Cuál es su programa en las relaciones con España?
R. Hay que profundizar los mercados, abrir más las fronteras, crear el mercado ibérico de energía y electricidad, hacer las conexiones de alta velocidad... Las relaciones económicas y comerciales son cada vez más intensas y, por tanto, tenemos mucho trabajo. Hace unos años se veía de forma distinta, con escepticismo. Pero ahora hay la conciencia colectiva de que la apertura ha sido beneficiosa para ambos países, y por esto el camino es profundizar aún más las relaciones.
P. ¿Qué opina de las críticas que ha recibido por decretar día de luto nacional ante la muerte de Lúcia de Fátima?
R. Me parecen injustas. Para creyentes y no creyentes, la hermana Lúcia era una figura que impresionaba. Para mi campaña no ha sido positivo, ya que estábamos en los días de mayor dinamismo, pero hice lo que me pareció más correcto. Respeto todas las religiones, pero Portugal es un país muy católico. Tan respetable es el que decidió parar la campaña como el que no.
P. Varios dirigentes del PSD se han distanciado de usted. ¿Se siente apoyado por su partido?
R. Por las bases y militantes de mi partido, muchísimo. Han tenido una reacción fantástica por todo el país. Por los dirigentes, unos más que otros. Pero a lo largo de mi vida política ha sido siempre así.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.