Los técnicos declaran la "ruina inminente" del Windsor pero descartan que se desplome

El informe elaborado por los técnicos de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid que el pasado miércoles entraron en el edificio Windsor para comprobar su estado tras el incendio que lo arrasó hace seis días declara la "ruina inminente" del edificio y alerta del "riesgo de derrumbamientos parciales con arrastres en cadena imprevisibles". A pesar de ello, el Ayuntamiento levantó ayer parcialmente las restricciones de paso en la zona y permitió la apertura de dos edificios de oficinas próximos. "El colapso total [el desplome de la torre] está, ahora mismo, descartado", explicó la edil de Urbanismo, Pilar Martínez, después de anunciar que el desmontaje del rascacielos, pieza a pieza, comenzará "inmediatamente".

No hay ni un adjetivo optimista en las cinco páginas del informe elaborado por el departamento municipal de Control de la Edificación. Los técnicos empiezan recordando que el fuego declarado en la noche del sábado al domingo pasados se propagó rápidamente "en todo el cuerpo de edificación superior, provocando la rotura de los ventanales y afectando gravemente a los pilares metálicos de las fachadas, causando su deformación y desplome hacia el exterior y arrastrando en caída los forjados perimetrales", que han quedado colgando de la planta 17.

Esta "planta técnica 2", que frenó en parte la extensión de los daños a pisos inferiores al estar construida de hormigón, es hoy el soporte inestable de un "amasijo de vigas retorcidas", los escombros abrasados que fueron cayendo del cuerpo superior y que ahora se han enfriado, como la cera de una gigantesca vela consumida.

A lo largo de las 30 plantas del Windsor, los técnicos han comprobado el "pésimo estado en el que se encuentran todas las crujías" (los espacios entre vigas maestras o de carga) y las "fuertes deformaciones" de los pilares metálicos de las fachadas. Alertan, además, de que "los zunchos de borde [unas vigas perimetrales que atan los bordes del suelo de las plantas] se encuentran pandeados [abomba-dos]", por lo que existe "el riesgo de que se puedan producir derrumbamientos parciales con arrastres en cadena imprevisibles".

Medidas inútiles

Sobre la plataforma de tres plantas que une el Windsor con el centro comercial El Corte Inglés cayeron trozos de fachada incendiados, que hicieron estallar la cúpula metálica y provocaron daños en el interior del centro comercial.

La conclusión de los técnicos es que teniendo en cuenta "la gravedad y extensión de los daños", que "la adopción de cualquier medida de seguridad para evitar nuevos colapsos resultaría inútil" y que "la situación es irreversible", "procede la declaración de ruina inminente y su completa demolición" -aunque después el informe sugiere que las tres primeras plantas podrían salvarse-. Los trabajos previos de desescombro comienzan hoy, y el plan de demolición será presentado la semana próxima.

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, descartó pedir un cambio en la normativa regional antiincendios -que no obliga a edificios como el Windsor tener sistemas de extinción automática del fuego, como aspersores en los techos- porque, dijo, "es la más restrictiva de España". Sí anunció que el Ayuntamiento de Madrid va a recordar a los dueños de todos los rascacielos de más de 100 metros que tienen hasta 2006 para adaptarse a esa normativa, y que si no lo hacen serán sancionados. Las sanciones previstas, según el alcalde, incluyen el cierre de las instalaciones.