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Barcelona cerrará cuatro estaciones en otra línea del metro por vibraciones en viviendas

Los movimientos causaron grietas en numerosos edificios alejados del barrio del Carmel

La empresa Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) cerrará durante dos días cuatro estaciones de la línea 4 del metro para eliminar las vibraciones que provocan los trenes en las casas más próximas al barrio y que los vecinos de la zona llevan denunciando desde hace dos años, según el Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat de Cataluña. Es la segunda actuación de TMB en el tramo comprendido entre Selva de Mar y Bogatell, cerca de las playas de la Villa Olímpica, después de que la anterior no eliminara las vibraciones, que han provocado grietas en edificios del barrio.

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En las últimas semanas hay una sensibilidad especial en Barcelona tras los socavones ocasionados por las obras del futuro metro del Carmel, que han obligado a desalojar a 1.057 personas de sus casas. A las quejas de los afectados por el hundimiento se sumaron las de los vecinos de los barrios de la Teixonera y el Coll y, ahora, de los de la línea 4, en el barrio del Poble Nou, junto a la Villa Olímpica.

Sin embargo, las denuncias vienen de lejos. Los vecinos del barrio de Poblenou llevan dos años quejándose porque sus casas se han resentido por vibraciones procedentes del metro. En muchos casos, aseguran miembros de la asociación de vecinos del barrio, los movimientos se han traducido en la aparición de grietas en los edificios.

La Generalitat ha decidido finalmente cerrar durante un fin de semana las estaciones de Selva de Mar, Llacuna, Poblenou y Bogatell para instalar una manta amortiguadora elástica entre la vía y su apoyo que "aísle la solera del subsuelo del túnel" y reduzca las vibraciones. TMB no quiso confirmar que cortará la circulación durante dos días, aunque la Generalitat lo aseguró. Si con los dos días de cierre no fuera suficiente, se contempla cerrar estas estaciones durante tres horas nocturnas.

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Ésta será la segunda actuación que llevará a cabo TMB para eliminar las vibraciones que molestan a los vecinos del barrio. La primera consistió en limar los raíles y las ruedas de los trenes. "Cuando el metro frena se producen pequeños desgastes en las ruedas y ondulaciones en los carriles que provocan estos movimientos", explicó un portavoz de TMB. Ello no dio los resultados esperados porque luego se detectó, a través de la instalación de unos sensores, que el terreno "tenía mucha capacidad de transmisión de las vibraciones".

Desde TMB se explicó que estos movimientos llegan a los edificios a causa del metro y de las condiciones del suelo barcelonés. La línea 4, sostuvieron estas fuentes, se construyó hace 30 años, mientras que el barrio ha experimentado muchas transformaciones en los dos últimos años, cuando el Ayuntamiento empezó a recibir varias quejas de los vecinos de Poblenou. En la zona se sitúan diversas facultades de la Universidad Pompeu Fabra.

Las fuentes consultadas aseguraron que las características del suelo de Barcelona son irregulares y cambiantes. Por ejemplo, se ha detectado un aumento del nivel freático, de las aguas del subsuelo, en el barrio del Poblenou.

Ésta no es la única queja que afrontan las autoridades. Las entidades vecinales de los barrios de la Teixonera y el Coll, a sólo 700 metros de la zona siniestrada del Carmel, siguieron ayer recogiendo quejas de ciudadanos que denuncian la presencia de grietas en sus viviendas. Hay unos 40 edificios afectados y cientos de personas afectadas. Todas viven alrededor de la futura estación de Teixonera-Coll, una de las dos paradas previstas en la prolongación de la línea 5 del metro.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, aseguró ayer que todos los vecinos afectados por las obras de esta línea "recibirán el mismo trato" si el estudio que la Generalitat ha encargado a un grupo independiente de la Universidad Politécnica de Catalunya demuestra que las grietas que han aparecido en sus viviendas están provocadas por las obras en el metro.

El miércoles, el técnico de Proyectos de Política Territorial, Jordi Jubany, admitió a EL PAÍS que la Generalitat baraja la posibilidad de que las grietas hayan aparecido por vibraciones que no fueron previstas en los estudios previos a la obra.

"Lo que se tiene que hacer es una investigación para averiguar si estas grietas que se están anunciando en la Teixonera son fruto de estas obras. Si lo son, se tendrán que reparar, igual que se tendrá que reparar en cualquier circunstancia que se presente ahora o en el futuro", aseguró Clos. Fuentes del Ayuntamiento negaron que el "mismo trato" que puedan recibir los vecinos con nuevas grietas se traduzca en más desalojos a hoteles.

Los vecinos de la Taixonera han encargado estudios a arquitectos independientes. Es el caso del inmueble número 27 de la calle Besòs, que en mayo de 2004 denunció la aparición de grietas en las paredes del edificio.

La Generalitat descartó cualquier relación de los desperfectos con las obras en un informe enviado el 24 de noviembre de 2004 a los vecinos por el responsable de Proyectos. El documento, al que tuvo acceso este diario, asegura: "No se han usado explosivos" para la obra. Sin embargo, Política Territorial admitió ayer que durante los primeros meses de 2004 se llevaron a cabo voladuras "de dimensiones más bajas de lo normal y siempre controladas en tres ocasiones".

Entretanto, los desalojados del Carmel ya llevan cerca de un mes fuera de sus casas. Las autoridades aún no han anunciado cuándo podrán volver a ellas.

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