Dennis Quaid asegura que el paso del tiempo le ha hecho mejor actor

Dennis Quaid (Houston, 1950) está viviendo uno de los mejores momentos de su carrera profesional: acaba de protagonizar el remake de El vuelo del Fénix, donde interpreta al capitán de avión Frank Toens; está presentando en Europa la comedia Algo más que un jefe, que se estrena en España el 11 de marzo, y tiene previsto dirigir en agosto Shame on you, un guión escrito por él sobre la vida del cantante Spade Cooley. Ayer presentó en Madrid Algo más que un jefe junto al actor Topher Grace y al director, guionista y productor Paul Weitz. Los tres llegaron el pasado martes, salieron a cenar tapas por el centro de la ciudad y recorrieron algunos restaurantes y tablaos flamencos. "A veces la vida te da segundas oportunidades. A mí me ha ocurrido eso. El paso del tiempo me ha hecho mejor actor de lo que era hace unos años. En el terreno laboral estoy contento y estoy pasando por una situación muy diferente a la del personaje que interpreto. Son los hombres y las mujeres como él los verdaderos héroes de esta sociedad. Personas que se levantan cada día, que acuden a sus trabajos y que cumplen aun a sabiendas de que en cualquier momento pueden ser despedidos porque un jovencito ha sido contratado para hacer reajustes laborales", afirma el protagonista de Algo más que un jefe.

"Como director, sólo puedo decir que me apetece tropezar y caerme yo solito"

"A veces la vida te da segundas oportunidades. A mí me ha ocurrido eso"

Quaid, que se muestra satisfecho de su vida, reconoce que disfruta e incluso se divierte más actuando ahora, con 50 años,que cuando tenía 30. No le importa mucho la fama ni el mundo que rodea a las estrellas de cine. "La fama es un efecto secundario del trabajo que hago, te sirve para conseguir una mesa en un restaurante, pero poco más". Cuando no está trabajando pasa el tiempo en su rancho con su hijo y los caballos.

En Algo más que un jefe, Dennis Quaid interpreta el papel de un directivo de una empresa que ve cómo un veinteañero le quita el puesto de trabajo y liga con su hija. "Creo que para un padre es más doloroso lo segundo que lo primero. Y lo primero sólo lo he vivido en la ficción. Yo todavía estoy compitiendo con los actores de mi generación. Lo que sí he notado es que antes los directores eran más paternales porque siempre eran mayores. Pero no sé en qué película concretamente esto cambió. Sin embargo, a mí me siguen moviendo las ganas de aprender".

Lo que ha sufrido un cambio importante es el panorama de la industria de Hollywood desde que Quaid comenzó a actuar: "Los setenta fueron unos años muy emocionantes, era como si los jóvenes se hubieran apoderado del asilo. Se hacían películas muy buenas que hoy ya no tendrían cabida en un gran estudio, sino en el cine independiente. Me extrañó que un gran estudio quisiese hacer una película como Algo más que un jefe porque, después de Tiburón y La guerra de las galaxias, se dieron cuenta de las grandes cantidades de dinero que podían ganar y se empeñaron en repetir las fórmulas de éxito. Hoy, el cine es una ecuación entre arte y comercio. La cuestión es dónde está el equilibrio entre los dos conceptos".

Su paso a la dirección lo entiende como algo natural en el mundo del cine. "Cuando estaba en la universidad dirigí alguna obrita y era algo que me apetecía hacer en estos momentos. Descubrí la vida de Spade Cooley, escribí el guión y me puse manos a la obra. En el fondo quería tener una visión total del proyecto y, además, me dije: "¿Por qué no? Me apetece tropezar y caerme yo solito". Shame on you narra la vida del cantante de country Spade Cooley de la década de los años cuarenta, que mató a su mujer, cumplió condena y, al reemprender su carrera, murió de un ataque al corazón después de un concierto. El polifacético actor es un gran amante de la música y tiene un grupo con el que actúa cuando no está dedicado de lleno al mundo de la cinematografía.

Quaid se siente cómodo en la comedia. "Es más divertido hacer este tipo de películas que las de acción. En ésas siempre acabas sucio, también acabas mojado, con frío. La comedia es más cómoda, aunque entraña más dificultades profesionales porque el desarrollo de la película está totalmente centrado en los personajes. Lo que me está pasando ahora le sucede a cualquier actor a los 35 años. En cada película aprendes a decir cada vez más haciendo cada vez menos y, sinceramente, espero mejorar en este oficio".

Algo más que un jefe es una "comedia humana, una fábula o un cuento", según su director, Paul Weitz, coguionista y codirector, junto a su hermano Peter, de filmes como American Pie o Un niño grande.

"Quería hacer una película en la línea de Billy Wilder, lo que en cierto modo habíamos intentado con Un niño grande. Wilder era capaz de fusionar optimismo y cinismo, especialmente en películas como El apartamento, en las que mezclaba a la perfección el sueño americano y la ambición profesional. Algo que está muy presente en el mundo actual. Para mí es un gran maestro y me encanta estar en el cine rodeado de gente riéndose", concluye el director.