Daniel Day-Lewis y Rebecca Miller presentan 'La balada de Jack y Rose'
Advirtieron al principio que no admitirían preguntas sobre la muerte de Arthur Miller, padre de Rebecca Miller y suegro de Daniel Day-Lewis, directora y protagonista, respectivamente, de La balada de Jack y Rose, que se presentó ayer en Panorama. Llegaron solos, sin ningún otro miembro más de un reparto en el que también participan Catherine Keener, Beau Bridges y Jason Lee y en el que se narran los últimos avatares de los restos de una familia resistente en una comuna hippy y la relación tormentosa con aires de tragedia griega entre un padre y su hija.
"Hay una visión griega, me interesaba destacar ese aspecto en mi película", admite Miller. Sabe que es difícil lograrlo pero ella pudo convencer a su pareja para que aceptara el papel. Day-Lewis parecía feliz con el resultado y eso que no es actor que se prodigue mucho. Trabaja de pascuas a ramos y tiene que estar muy convencido para meterse en el proyecto, y ya, mucho más, para promocionarlo y repartir sonrisas a los fotógrafos.
Ayer se presentó con aspecto eremita, barba pobladísima de peregrino, gorra y colores negro y gris, en señal de luto informal, pero luto al fin y al cabo, por la muerte de su suegro. Respondió entre tímido y sonriente y habló de lo que le mueve a aceptar papeles y de los efectos ambivalentes que produjo en él ganar un Oscar por Mi pie izquierdo. "Ésta es una profesión en la que debes sentir un impulso inequívoco para aceptar el papel y si no es así, lo mejor es que te apartes", decía. Ahuyentó las posibles similitudes con su personaje, un hombre taciturno y atormentado, apartado del mundo. ¿Qué hay de usted en su papel? "Ni idea", dijo. Y a otra cosa. Como el haber ganado un Oscar. "Ese premio a todos nos afecta de dos formas. Una que es personal y otra común. La común es que consigues muchas más oportunidades, pero la íntima es diferente. A mí me hizo encerrarme más en mí mismo para aislarme de todas esas cosas que dicen para que no te afecte en lo que realmente ocurre en la vida. Me gustó ganarlo y estoy muy agradecido, además creo que lo que me ha pasado después me ha hecho aprender muchas cosas".
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