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INCENDIO EN EL CORAZÓN FINANCIERO DE MADRID

Un vigilante tuvo que bajar más de 20 pisos a por la llave antes de intentar apagar el fuego

La policía está pendiente de tomar declaración a los bomberos y a los propietarios de la torre

Los investigadores del Grupo V de Homicidios no han visto nada extraño en las primeras declaraciones que han prestado los dos vigilantes de seguridad de la empresa Prosegur que alertaron del incendio de la torre Windsor. Así al menos lo señalaron ayer fuentes cercanas a la investigación. En los próximos días declararán ante la policía los propietarios del inmueble y los primeros bomberos que entraron. Uno de los vigilantes ha declarado que, tras comprobar que salía humo de un despacho de la planta 21ª, bajó hasta el sótano a recoger la llave de esa estancia antes de intentar apagar el fuego.

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La declaración que han prestado ambos vigilantes en la Brigada Provincial de Policía Judicial ha arrojado poca luz sobre el origen del fuego y la rápida propagación de las llamas, según fuentes de la investigación.

Uno de los vigilantes ha declarado que se encontraba sobre las 23.15 en la sala de control del edificio, en el primer sótano del rascacielos, cuando comenzó a sonar la alarma de incendios en el panel de seguridad. Fueron entonces a los ordenadores y comprobaron que la alerta procedía de la planta 21ª. Como su compañero tiene órdenes de no abandonar esta zona de seguridad, el que estaba haciendo la ronda por el interior del inmueble decidió subir hasta el lugar donde surgió la alarma.

Nada más acceder a la planta 21, comprobó que salía bastante humo de un despacho situado en la fachada sur de la torre Windsor, por lo que pidió a sus compañeros que avisaran a los bomberos. En ese momento se montó en uno de los ascensores y bajó hasta la planta sótano donde cogió la llave que abría el despacho donde se inició el siniestro, según explicaron fuentes de la investigación.

Bocanada de humo

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Tras coger la llave, subió a la misma planta acompañado por otro vigilante de seguridad y del técnico de mantenimiento del inmueble. Nada más salir del elevador se encontró con una gran cantidad de humo. Los tres empleados se acercaron al despacho. Nada más abrirlo, les salió una bocanada de humo y se produjeron dos explosiones casi seguidas, por lo que no pudieron utilizar el extintor con el que iban provistos y que habían cogido de una de las paredes.

Pero el aire, según las citadas fuentes, le resultó irrespirable, por lo que decidieron abandonar la planta. En ese momento, sus compañeros les avisaron por el comunicador interno que los bomberos habían llegado y que estaban subiendo. Debían bajar y conducirlos al lugar donde se encontraba. En ningún momento hablan de que desplegaran o intentaran utilizar las mangueras contraincendios que, supuestamente, había en el edificio, según fuentes policiales.

Los vigilantes de Prosegur comenzaron a bajar y encontraron a los bomberos que subían por las escaleras a la altura del piso 19º. Les explicaron rápidamente lo que estaba pasando y el vigilante subió hasta la planta siniestrada, donde dejó actuar a los profesionales del servicio de extinción de incendios. Las llamas en ese momento eran altísimas, ya que el fuego había roto el muro cortina de la fachada. Esto permitió que entrara gran cantidad de aire, lo que avivó el incendio, que alcanzaba ya unas dimensiones considerables.

La segunda declaración de los vigilantes de seguridad de Prosegur ofreció pocos detalles sobre la forma en que comenzó el fuego y de si éste podría haber sido controlado en la misma planta. Al igual que en la primera declaración, el empleado de la empresa contratada relató que se encontraba en la zona de control del edificio cuando saltó la alarma y que tiene la orden de no abandonar este puesto salvo que peligre su vida o se lo ordenen las autoridades, por lo que hizo que subiera su compañero para comprobar si era cierto el aviso. Otro de los vigilantes estaba en la entrada principal del inmueble, mientras el cuarto se encontraba vigilando en el exterior del rascacielos las obras de acondicionamiento del mismo. La empresa Prosegur se encarga de la seguridad de este edificio desde 1999.

Según fuentes policiales, aún quedan por comprobar muchos extremos sobre el desarrollo del incendio para ver si existió alguna negligencia o si el incendio podría haber sido apagado. Está previsto que entre hoy y mañana presten declaración los propietarios de la torre. También está previsto que declaren el encargado de mantenimiento y los responsables de las empresas que tenían alquiladas las oficinas en la torre Windsor.

17 denuncias

Hasta la fecha, los comerciantes de la zona afectada por el perímetro de seguridad y las compañías que tenían alquiladas las oficinas han presentado 17 denuncias por los perjuicios y pérdidas que les ha causado el siniestro. El juzgado de instrucción número 28 ha abierto diligencias previas y ha oficiado a la Brigada de Policía Judicial para que lleve a cabo las investigaciones necesarias para este fin.

De momento se está a la espera del atestado que la Policía efectúe con el resultado de su investigación. De él se derivará si existe algún indicio de responsabilidad penal -en cuyo caso seguiría la instrucción- o si no existe tal indicio -en cuyo caso se archivaría-.

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