Bush pide al Congreso que prorrogue las leyes antiterroristas

George W. Bush no ahorró ayer ninguna alabanza a su colaborador y amigo Alberto Gonzales en su toma de posesión como fiscal general (ministro de Justicia). "Es un honor para mí decir que este humilde hijo de Tejas es el 80º responsable de Justicia de EE UU", dijo Bush de Gonzales, primer hispano que ocupa ese puesto. "Bajo el liderazgo de Al, el Departamento defenderá la seguridad y la libertad de todos los estadounidenses", añadió. El presidente aprovechó para pedir al Congreso la renovación de la Ley Patriótica, aprobada tras los atentados del 11-S y que da poderes extraordinarios a la policía y recorta los derechos legales de los detenidos sospechosos de actividades terroristas.

En opinión de Bush, la ley "ha sido vital en nuestros éxitos a la hora de seguir la pista a los terroristas y alterar sus planes". A finales de este año expiran algunos de los elementos claves de la ley.

El presidente declaró: "El paso del tiempo no debe hacernos caer en la ilusión de la seguridad y debilitar nuestra determinación en esta nueva guerra". La ley ha sido muy criticada por grupos de defensa de los derechos humanos, por el recorte de libertad que implica y el margen tan amplio que deja para cometer abusos como los de los detenidos en Guantánamo o como los casos de exportación de sospechosos para que sean torturados en países como Egipto, Marruecos, Siria y Jordania, según la información incluida en un reciente artículo de The New Yorker.

Precisamente, Gonzales -que sustituye a John Ashcroft, un entusiasta de la Ley Patriótica- inspiró hace tres años un informe, en su calidad de asesor jurídico de Bush, en el que se argumentaba que las garantías de la Convención de Ginebra para prisioneros de guerra se habían quedado antiguas y no debían aplicarse a los combatientes ilegales. Ayer, el responsable de Justicia dijo: "Trabajaremos sin descanso para enfrentarnos al terrorismo y para luchar contra la injusticia con integridad y devoción a nuestros más altos ideales". Ante el Senado, Gonzales afirmó: "Este Gobierno no tolerará la tortura ni los abusos".