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Kofi Annan anuncia que presentará en Madrid el plan antiterrorista de la ONU

El secretario general de Naciones Unidas viajará a España en el primer aniversario del 11-M

Andrés Ortega

Cuando la Carta Fundacional de la ONU está a punto de cumplir 60 años, su secretario general, Kofi Annan, anunció ayer en Múnich que presentará un plan de reformas de la organización en Madrid con ocasión de la cumbre sobre Democracia y Terrorismo (del 8 al 11 de marzo), así como el esquema de una estrategia antiterrorista para Naciones Unidas. Annan apoyó la recomendación del comité encargado de la reforma de la ONU de crear un fondo para apoyar a los Estados más pobres en la lucha antiterrorista.

Annan, en la primera ocasión en que un secretario general de la ONU se ha dirigido a tan señero foro estratégico, desgranó las tres principales líneas de "la reforma de mayor alcance del sistema de seguridad internacional" desde 1945, que propondrá, en su mayor parte basada en las recomendaciones del grupo de alto nivel.

En primer lugar, Annan considera que hay que reforzar las defensas colectivas para reducir las posibilidades de que "las amenazas latentes se conviertan en inminentes, y éstas, en reales". Citó los ejemplos de la proliferación nuclear y del terrorismo. Además del mencionado fondo, se propone también partir de la definición de terrorismo acordada por el citado grupo, y proponer que los Estados la aprovechen para "finalizar y adoptar un convenio amplio contra el terrorismo", que haga inaceptable "cualquier objetivo civil o de no combatientes" de tales ataques.

La cumbre Democracia y Terrorismo, entre el 8 y el 11 de ese mes, en la que Annan presentará estas iniciativas, es organizada por el Club de Madrid en el primer aniversario de los atentados del 11-M, con pleno apoyo de los gobiernos nacional, regional y municipal.

En segundo lugar, Annan estima que cuando la prevención fracasa y se han agotado los medios pacíficos, se puede "considerar el uso de la fuerza". No es partidario de enmendar el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas, que autoriza el uso de la fuerza en defensa propia o por decisión del Consejo de Seguridad. Según Annan, la mayor parte de los juristas creen también en el derecho a la acción preventiva contra una amenaza inminente.

El problema añadido, para Annan, es que hay amenazas que no son inminentes, pero que pueden culminar en una "pesadilla".

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Para ello (y frente a la Doctrina Bush) consideró que es al Consejo de Seguridad a quien corresponde decidir. Annan también ha evolucionado desde su defensa del derecho a la injerencia por cuestiones humanitarias hasta abogar ahora por la "responsabilidad de proteger" a poblaciones frente a genocidios u otros horrores. En ese contexto, pidió una rápida decisión del Consejo de Seguridad contra las matanzas en Darfur.

En tercer lugar, el secretario general se propone reforzar los instrumentos colectivos para construir la paz en zonas castigadas y para ello hizo suya la idea de crear un nuevo órgano intergubernamental en la ONU: una Comisión de Construcción de la Paz, que reúna a todas las partes e instituciones necesarias. Lo que le parece más complicado a Annan es una reforma del número de miembros del Consejo de Seguridad, aunque su ampliación lo haría más representativo y más democrático, y aumentaría así la legitimidad de sus decisiones.

Hillary Clinton

Por su parte, la senadora demócrata estadounidense Hillary Clinton se volcó ayer en la Conferencia sobre Política de Seguridad de Múnich en apoyo de la figura de Annan y de la propia ONU, que calificó de "organización indispensable".

Naturalmente, esta reforma que han de debatir los Gobiernos en su cumbre de septiembre debe venir firmemente apoyada por Estados Unidos. Desde luego, si por Hillary Clinton fuera, la apoyaría, pues la senadora -que no se perdió un minuto de los dos días de debate en Múnich- no sólo alabó el liderazgo de Annan -cuestionado por la Administración de George W. Bush-, sino que se mostró partidaria de "reforzar, reformar, aligerar la burocracia y mejorar la capacidad de responder a crisis de la ONU". Estados Unidos se beneficiaría de una ONU fuerte, "no más débil", afirmó Clinton, para lo cual "América tiene que tomar la dirección" de este proceso.

Kofi Annan (derecha), con el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, en Múnich.
Kofi Annan (derecha), con el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, en Múnich.REUTERS

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