Llamamiento
Se trata de un payaso. Del desconocido payaso de Barcelona, según tituló Joseph Roth su artículo del Pariser Tageszeitung del 26 de enero de 1939. "En Barcelona, la infortunada ciudad, hay un payaso que hace reír a los niños en los refugios donde se han salvado de los ataques aéreos". El artículo viene en la antología El juicio de la historia. Escritos (1920-1939), que ha traducido, prologado y anotado Gil Bera. La mayor parte de los escritos son de la época de Berlín, aquel lugar donde "puede uno dormir en un banco de parque y saciarse con un puñado de cerezas". Pero hay algunos de París, adonde llegó en 1933, huyendo de Alemania. Le había dicho a un amigo: "Quemarán nuestros libros pensando en nosotros. Tenemos que marcharnos para que sólo quemen los libros". Roth publicó en varios diarios y revistas franceses. Hay un artículo redondo, también en el Pariser, en otra antología que hace un año publicó El Acantilado. Se llama Guía para lectores de periódicos, año 1939, y sólo le sobra esa colita temporal. Roth murió en París. Se cuenta que cayó fulminado en la tertulia del café Tournon. Ya había escrito La leyenda del santo bebedor. Murió el mismo año en que acabó la Guerra Civil española, pocos meses después de escribir sobre el payaso. El artículo se publicó, casualmente, el 26 de enero, que fue el día que la guerra acabó para Barcelona. "En los periódicos se ve su fotografía. Ahí está con su atuendo de bufón, en el sótano, en medio de los niños que se han salvado de las bombas, y hace gracias". El artículo es una cosilla. "¿Quién entonará el cántico de gloria del payaso desconocido de Barcelona, el que incluso huyendo al refugio, frente a la muerte, y lo que es peor: con la muerte a la espalda, aún pensó en llevar consigo su herramienta de trabajo, su atuendo, su carácter, su esencia?". Una cosilla rápida y sin miramientos, pero el hecho que relata es extraordinario. Tan extraordinario que tal vez inutiliza al artículo. Un artículo es un artefacto ideado para la exageración.
Es decir, que empecé a buscar la foto. En los libros, primero. Imágenes de la Guerra Civil española. Imágenes inéditas de la Guerra Civil, 1936-1939: las mejores fotografías de la Agencia Efe. La Guerra Civil espanyola: fotògrafs per a la història. La antología de Centelles. España en llamas. La guerra de España en sus fotografías. Años de muerte y esperanza. Fotografías de la Guerra Civil española, de Kati Horna. Y también le eché un vistazo al Doble diario de la Guerra Civil, editado por Abc. Es probable, como dice Paul Johnson, que la Guerra Civil española sea la guerra sobre la que más mentiras se han contado. Y las fotos deben de formar parte de esas mentiras. La primera mentira quizá sea la abrumadora mayoría de fotos del bando republicano. Pero aun contando con Johnson y las mentiras, el quebrado entusiasmo republicano sigue conmoviendo incluso a los hombres de mala fe. Los periódicos y las revistas, luego. Notas gráficas, Día Gráfico, La Publicitat, Solidaridad Obrera. Una vasta ojeda en torno a los días anteriores a la fecha en que Roth publicó su artículo. Las fotografías en los diarios convencionales de la época eran escasas. Contrasta con los tiempos presentes, en los que se ponen aunque no haya.
La periodista Elisenda Ariza estaba en París, como la colección del Pariser Tageszeitung. Tuvo la amabilidad de llegarse una mañana hasta la maravillosa Biblioteca Nacional de Francia. Se encaró con la página correspondiente del Pariser. Sobre un epígrafe titulado Pariser Notizen, y a una columna, estaba el título: Der unbekannte Clown von Barcelona. Descubrió que Roth firmaba el artículo con uno de sus seudónimos: Hamilkar. Luego estuvo investigando en números anteriores hasta que el sol brilló demasiado.
Ultimados los documentos, llamé al historiador Joan Villarroya. Se ha tratado casi personalmente con todos los muertos de la Guerra Civil y ha estado en decenas de refugios.
-¿Alguna vez vio un payaso?
-No, y tampoco nadie me habló nunca de esa historia.
Desde un tren logré hablar con Elisenda Albertí. Acaba de publicar Perill de bombardeig (Barcelona sota les bombes 1936-1939). En cuanto a mí hace semanas que siempre llevo encima el artículo de Roth.
-"... ahí está con su atuendo de bufón, en el sótano, en medio de los niños que se han salvado de las bombas, y hace gracias".
-No.
-¿No?
-No. Con toda seguridad. Además, debo decirle que no pierda el tiempo con las fotografías de guerra del Archivo Histórico de Barcelona. Yo las he mirado todas. Y esa foto no está.
Sólo quedaba escribir este artículo del género el-periodista-que-no-pudo-entrevistar-a-Mick-Jagger-cuenta-cómo-no-pudo-entrevistar-a-Mick-Jagger. Con la eximente de que si he anotado los caminos recorridos es para ahorrarle trabajo a cualquiera que pueda seguir la tarea. Quería ver a ese payaso y (aún más clown) saber quién fue y sacarlo del sótano. Que acabe Roth: "Acaso, mientras pasaba volando sobre ellos, la muerte ya los ha alcanzado, a él y los niños que ha hecho felices. Si alguna vez se identifican sus restos, le correspondería una tumba especial, en un monumento al payaso desconocido, el bufón desconocido de Barcelona".
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