Un singular tinglado espectacular
Si la memoria no me falla, Arco arrastra una historia que frisa ya el cuarto de siglo, algo que produce el sentimiento ambivalente de alegre melancolía. El aspecto jovial viene dado por su consolidación, que resultaba, echando la mirada atrás, completamente inesperada. Lo melancólico, por la obviedad de que quienes estuvimos presentes e ilusionados en su primera edición, cuando se celebraba allá por el pabellón del Real Madrid en la prolongación de la Castellana, nos sentimos necesariamente más viejos y, ¡ay!, también más sabios, con lo que la sabiduría tiene de condicionante retracción.
Sea como sea, esta nueva edición de Arco 05 cuenta con dos centenares largos de galerías más la correspondiente adición de eventos, muestras y actividades extraferiales que la convierten en un singular tinglado espectacular. Pero hay que dar la razón a sus organizadores: Arco es más que una feria; es otra cosa, aunque esa cosa obviamente funciona, pues no hace falta nada más que ver la actualidad artística madrileña para comprender que todo gira en torno suyo; incluso cabe sospechar que la visita del presidente Fox a nuestro país obedezca, en realidad, a una invitación de Arco 05, que afortunadamente ha cambiado su anterior actitud de considerar homologables Latinoamérica y Bélgica y ha dado este año cobijo a México como país invitado.
La imagen de Arco 05 es buena tanto en el diseño como en la organización
¿Es bueno o malo que todo siga igual, sean cuales sean las características de lo bueno y lo malo? A estas alturas, a mí me parece, la edad obliga, que siempre se cambia para peor. En este sentido, Arco es parecido a las anteriores ediciones, incluso en el hecho de que deja fuera a varias respetables galerías, en este año no sólo españolas, pero lo hace por su loable pretensión de estar a la última. No lo está, si bien nadie puede dudar de que es la primera de España y, al margen de Basilea y Basilea-Miami, que es la quinta o entre las quintas del mundo. ¡Quién lo iba a decir! Yo creo que es ya lo suficientemente importante como para no tener los rasgos serviles y provincianos que todavía demuestra, como de nuevo rico, pero no estoy seguro de que no se los imponga las servidumbres políticas que ha cultivado.
En todo caso, la imagen de Arco 05 es buena tanto en el diseño como en la organización y en el resto de los detalles consignables. Es evidente que, al margen de las ausencias incomprensibles, están prácticamente todas las galerías españolas importantes y que, a trancas y barrancas, ha conseguido que haya una presencia internacional discreta, lo cual no se corresponde con el todavía muy mediocre mercado artístico español. ¿Hay otra cosa que se pueda destacar en una feria o semiferia, mercado o supermercado? No lo creo. De todas formas, al hilo de esta relevante presencia de la oferta privada nacional, me permito destacar algunos stands, como los de Juana de Aizpuru, Helga de Alvear, Elvira González, Leandro Navarro, Guillermo de Osma, Oliva Arauna, Salvador Díaz, Egam, Soledad Lorenzo, Metta, Moriarty, Estampa, Pepe Cobo, Taché, etcétera, entre las españolas, y entre las internacionales, Marlborough, Jorge Mara-Larruche, Lelong, Lisson, Kurimanzutto, etcétera.
Luego, como siempre, están todas esas actividades extraferiales a las que antes me refería que con las anglosajonas denominaciones de Project rooms o de TheBlackBox@Arco 05, o con las nacionales de Nuevos territorios, Arco latino, Proyecto espacial Arco 05, La moda en Arco 05 y el Foro Internacional de Expertos de Arte Contemporáneo, tratan de llenar lo que una feria no puede dar por sí misma, con mayor o menor fortuna.
Por último, en relación al contenido de lo exhibido por galerías o instituciones dentro de lo indiscriminado que puede resultar juzgar este tipo de oferta aleatoria, cabe subrayar una presencia muy consolidada de la fotografía, una más escasa pero significativa presencia de otros medios mecánicos o tecnológicos y, en general, el esfuerzo de la mayor parte de los profesionales galeristas de meter todo lo que puedan, y cuanto más variado, mejor, en sus respectivos stands.
Si se tienen en cuenta todas las consideraciones que antes se han hecho, y se vive la feria por el lado más recreativo y desenfadado, resulta innegable que un aficionado al arte puede pasar un rato divertido e incluso hasta provechoso. Sólo hay que desear que las cuentas les resulten beneficiosas a todos los que han invertido en Arco 05 no sólo trabajo e ilusiones, sino también sus dineros.
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