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Nueve personas se suicidan en Japón tras un aparente pacto mortal por Internet

Las víctimas murieron por monóxido de carbono en dos vehículos sellados con cinta aislante

Los cuerpos sin vida de nueve personas fueron hallados ayer dentro de dos vehículos aparcados en dos localidades a las afueras de Tokio y distantes entre sí un centenar de kilómetros, en lo que parece ser la última serie de suicidios pactados en Internet en Japón, según la policía. La causa de los fallecimientos fue la inhalación de monóxido de carbono. Las ventanillas de los vehículos estaban selladas con cinta aislante.

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El primer grupo de cadáveres encontrado ayer estaba integrado por tres varones y tres mujeres, todos ellos en la veintena, menos una mujer de unos 40 años. Un granjero halló los cuerpos amontonados en una furgoneta alquilada, aparcada en un carretera rural, en la península de Miura, en la bahía de Tokio.

Pocas horas después, en un turismo tipo sedán también alquilado, fueron descubiertos los cadáveres de un hombre y dos mujeres, de edades comprendidas entre los 30 y 40 años. El coche apareció aparcado frente a una residencia desocupada de vacaciones, en una zona de recreo de Higashi Izu, al suroeste de Tokio.

En ambos casos, en los vehículos había restos de somníferos y braseros portátiles de terracota de los que se usan en algunas casas y restaurantes nipones tradicionales, pero que apenas se utilizan en los hogares actuales.

Nota de despedida

Como en otros suicidios similares ocurridos en Japón se encontró una nota de despedida. "Estoy cansada de vivir. Lo siento", dejo escrito una de las mujeres, que pidió que no se celebrara un funeral por su alma y que sus restos mortales no fueran enterrados, sino que se esparcieran sus cenizas.

La policía no ha podido determinar aún si los dos casos, ocurridos casi simultáneamente, están relacionados entre sí ni si sus protagonistas se conocían. Tan sólo se sabe que los suicidas del primer vehículo vivían en diferentes distritos de la capital japonesa.

Aunque los pactos mortales por Internet se producen desde finales de la dècada de los noventa en gran parte del planeta, en Japón se dan en cifras especialmente altas. El país, con 24,1 suicidios anuales por 100.000 habitantes, tiene la tasa más alta del mundo industrializado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los expertos afirman que estos casos ocurren de forma cíclica, pues tras uno o dos se registran varios más seguidos, y luego se interrumpen una temporada. Según los especialistas en esta forma de suicidio, los protagonistas son desconocidos que comparten el deseo de quitarse la vida de forma colectiva, para lo cual acuerdan y planifican, en páginas web y chats los más mínimos detalles.

Con el 40% de la población conectada a Internet, Japón es el país que más emplea esta red.Los expertos no culpan sin embargo a internet del incremento de suicidios colectivos, sino a la grave alienación de la sociedad japonesa.

Hasta ahora el método más extendido de suicidio en Japón era el ahorcamiento, pero desde 2003 el número de personas que se quitan la vida en grupo por inhalación de gas llegó a 3.538 (23 de ellos previo pacto a través de Internet), mientras que el año anterior fue de 2.024.

La práctica del suicidio no tiene en Japón ningún tipo de cortapisas de tipo religioso, y desde épocas remotas ha sido visto socialmente como una manera de escapar del fracaso. A menudo, el suicidio se considera como un método de evitar a los seres queridos la vergüenza derivada del descalabro económico del responsable familiar. Asimismo, aumenta el número de estudiantes que se matan para huir del fracaso escolar.

Imagen de un suicidio colectivo en octubre pasado en Japón.
Imagen de un suicidio colectivo en octubre pasado en Japón.REUTERS

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