Annan espera que el fraude del plan Petróleo por Alimentos acelere la reforma de la ONU
El secretario general afirma que el Consejo de Seguridad conocía las ventas ilegales de crudo
Naciones Unidas recibió con resignación las críticas lanzadas por la comisión de investigación del escándalo en el programa Petróleo por Alimentos para Irak. Sin embargo, se apoyó en las primeras averiguaciones del informe de Paul Volcker -que analiza las irregularidades administrativas en la gestión del citado programa- para arremeter contra el Consejo de Seguridad, al afirmar que sus Estados miembros estaban al corriente del dinero que estaba amasando el régimen de Sadam Husein a través del contrabando de crudo. La ONU espera que estas revelaciones sirvan para que los Estados se convenzan de la necesidad de una reforma para restituir la credibilidad de la organización.
"Escandalizado", ésa fue la reacción del secretario general de la ONU, Kofi Annan, al examinar el informe preliminar sobre las irregularidades administrativas en la gestión del programa Petróleo por Alimentos, dotado con 64.000 millones de dólares. El ex presidente de la Reserva Federal y jefe de la investigación, Paul Volcker, dijo que "los resultados no permiten una lectura agradable para los que amamos esta organización". "Las acusaciones son muy serias", remachó. Por ello, Annan, que durante los últimos meses se está viendo acosado por el ala más radical de la derecha estadounidense, dejó claro que se adoptarán las "acciones apropiadas" para castigar a los individuos y entidades que hayan violado las reglas o procedimientos de la ONU.
Además, aseguró que se retirará la inmunidad diplomática a los funcionarios de la ONU implicados, en caso de que se lancen cargos criminales por su actuación fraudulenta. El caso más delicado es el del ex director del programa, el chipriota Benon Sevan. El informe Volcker no dice si se apropió de dinero con su actuación irregular, aunque, como señala la ONU, "las evidencias son extremadamente preocupantes".
La Secretaría General de la ONU está examinando ahora las medidas disciplinarias que se pueden adoptar contra Sevan. Pero su caso es complejo porque está jubilado, por lo que las acciones contra él son limitadas. Además, como explicó el responsable de personal de la ONU, Mark Malloch Brown, se debe tener mucho cuidado "para no prejuzgar los resultados de la investigación", que sigue en curso. Sevan asegura que no se apropió de dinero.
El informe Volcker también hace referencia al ex secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, al explicar que fue interrogado en varias ocasiones sobre los detalles en el proceso de selección del contrato con el Banque Nationale de Paris (BNP) en 1996, tras la negativa de EE UU a que se decantara el concurso hacia un banco suizo. También ha sido investigado el antiguo embajador británico ante la ONU por la concesión del contrato a la compañía Lloyd's Register Inspections.
Credibilidad
La ONU, sin embargo, aprovecha el contenido del informe para defenderse. En primer lugar, la Secretaría General espera que las revelaciones sirvan para convencer a los Estados miembros de que es necesaria una reforma para restaurar la credibilidad en la institución, para que sea más fuerte. "La ONU no puede estar siempre bajo sospecha", declaró el propio Volcker durante la presentación del informe preliminar.
Y en segundo lugar, se pone en evidencia que se están lanzado contra la ONU acusaciones "injustas" y fuera de contexto por los abusos que se cometieron durante el embargo económico a Irak. "Hubo una violación de las sanciones", señala Malloch Brown, "pero era conocida por el Consejo de Seguridad". En este sentido hace referencia a los protocolos suscritos por Irak con Jordania y Turquía para las ventas de petróleo.
El informe Volcker hace una referencia clara a estos convenios y recuerda que el comité que controlaba la aplicación de las sanciones estaba al corriente. En este punto, se explica que EE UU permitiera que continuaran los protocolos por una cuestión de "interés nacional". Más tarde, se firmaron acuerdos similares con Siria y Egipto, siempre con el conocimiento de los miembros del Consejo de Seguridad.
El documento del ex presidente de la Reserva Federal de EE UU no especifica cuánto dinero se defraudó a través del contrabando de petróleo, que la investigación del Senado cifra en 21.000 millones de dólares, y en su informe definitivo abordará el papel desempeñado por el Consejo de Seguridad. Pero Malloch Brown es rotundo en este punto: "El contrabando de petróleo estaba fuera del control de la ONU. Era responsabilidad de los Estados miembros".
El propio Volcker insistió en que las irregularidades en el programa Petróleo por Alimentos son una fracción de los ingresos ilícitos que obtuvo el régimen de Sadam al margen del programa humanitario. Naciones Unidas se apoya en esta afirmación para pedir que se ponga todo en su debido contexto. "Ahí está la gran historia y en ella la ONU es una parte muy pequeña", remachó Malloch.
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