_
_
_
_

Getafe exige una solución ambiental para los problemas de Perales del Río

"Somos el vertedero de Madrid", denuncian los afectados por el deterioro ecológico

La situación medioambiental en el barrio getafense de Perales del Río es insostenible, según se desprende de un informe municipal. Los vecinos de esta barriada llevan 25 años padeciendo los olores nauseabundos de varias depuradoras, instaladas en el límite de Getafe con Madrid. Además, hay que añadir otra incomodidad: los fangos del Manzanares y de otros cauces. El Ayuntamiento exige a la Comunidad y a la Confederación Hidrográfica del Tajo, instituciones con competencia sobre las depuradoras y sobre el río, que solucionen urgentemente el problema de Perales.

Vertederos, incineradora, plantas de lodos, de segregación de residuos, eras de compostaje, mosquitos, ruidos de obras... Los 5.046 vecinos de Perales del Río llevan desde los años ochenta padeciendo los olores de las depuradoras cercanas, los mosquitos del río Manzanares y la cercanía de distintos cauces con aguas fecales, según denuncia un informe emitido por el Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Getafe. Los residentes de este barrio sufren olores nauseabundos que llegan desde el complejo de Valdemingómez situado a cinco kilómetros; desde Sufi SA, empresa dedicada a tratar los lodos de la depuradora y desde las dos plantas de tratamientos de aguas residuales de la Comunidad de Madrid (Butarque y Sur).

Estas infraestructuras están ubicadas en el término municipal de Madrid, pero pegadas a Getafe. La situación ha hecho que los residentes en Perales se describan de una manera muy gráfica: "Somos el vertedero de Madrid", dicen.

A estos problemas arrastrados desde hace años hay que añadir dos nuevas construcciones que están degradando aún más la zona: las obras de un nuevo barrio con el que Perales del Río llegará a los 10.000 habitantes en los próximos años y la construcción de la M-50 y del AVE a Barcelona. En el año 2000, el pleno del Ayuntamiento se opuso a estos trazados, incluso denunció la situación ante el Defensor del Pueblo y la Fiscalía de Medio Ambiente.

Pero a pesar de que los malos olores están en Getafe desde hace 25 años, la situación desde entonces apenas ha variado. "No se puede seguir así. Perales del Río sufre una situación medioambiental muy agresiva. El 60% de los recursos del departamento de Medio Ambiente los tenemos destinado a este barrio", señala el concejal de Urbanismo de Getafe, Santos Vázquez.

Solución definitiva

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Por eso, y para buscar una solución definitiva, el Consistorio getafense quiere una reunión "urgente" con las dos administraciones que tienen potestad para solucionar el medio ambiente del barrio (la Comunidad de Madrid y la Confederación Hidrográfica del Tajo). El Gobierno regional es propietaria de las dos depuradoras y la Confederación Hidrográfica del Tajo tiene la competencia para limpiar el río Manzanares y otros cauces cercanos a Perales. Además, se está construyendo una nueva depuradora en el entorno de la Aldehuela.

En teoría, dentro de unos seis meses tiene que entrar en funcionamiento una nueva depuradora que quitará trabajo a las dos que provocan los olores. "El problema de las depuradoras pegadas a Perales es que son muy antiguas y secan los residuos al aire libre. Las modernas hacen este proceso de una manera hermética", explican desde el Ayuntamiento.

Hay más problemas. En la ribera del Manzanares y pegado a la urbanización Caserío de Perales hay una serie de agricultores que se dedican a plantar maíz. "Este tipo de plantaciones requieren de mucha agua, que cuando se estanca se traduce en malos olores. Hemos pedido a la Consejería de Medio Ambiente que ayude a los agricultores a sustituir estos cultivos por otros menos problemáticos", señala Vázquez.

Las explotaciones ganaderas que hay en la carretera que va a Perales del Río tampoco contribuyen a mejorar el barrio: los orines de los animales se filtran en el suelo y contaminan el ambiente. Estas situaciones son herederas de la antigua pedanía que había en la zona y que tradicionalmente fue una finca agrícola y ganadera.

En primavera y en verano los residentes sufren el que seguramente es el peor de todos sus padecimientos: los enormes mosquitos que proceden del río Manzanares. "La acumulación de fangos en el lecho del río incrementa considerablemente el desarrollo de los mosquitos y disminuye la eficacia de los tratamientos larvicidas", reza el informe municipal. "Esta situación supone un grave problema para los vecinos", añade. La limpieza del Manzanares le corresponde a la Confederación Hidrográfica del Tajo.

El Ayuntamiento de Getafe fumiga en el lado del Manzanares que corresponde a su término municipal. "Pero entonces los mosquitos se van al lado del río que pertenece a Madrid y así no se soluciona nada", dicen desde el Ayuntamiento. Por eso, es necesario que los dos consistorios hagan campañas de fumigación conjuntas.

A pesar de todos los problemas medioambientales, los informes de salud realizados por el Consistorio en Perales no ofrecen datos alarmantes: los problemas sanitarios son los normales.

Nicanor Briceño, presidente de la Asociación de Vecinos de Perales del Río, opina que el Ayuntamiento de Getafe no se puede desentender y que también tiene que aportar soluciones. "Por ejemplo, las obras de la M-50 han dejado una escombrera al lado de unas viviendas y Ferrovial tendría que haberla retirado del todo y convertido en un buen parque. El Ayuntamiento tiene que presionar a la empresa para que cumpla", concluye Briceño.

Acampada entre chabolas

Los vecinos de Perales del Río llevan años de lucha incansable para intentar mejorar su barrio. Desde las pasadas navidades están inmersos en un nuevo reto: conseguir mejorar las condiciones de vida de las 200 personas que habitan en el poblado chabolista de El Ventorro de la Puñalá.

Este poblado, donde la gente vive en la miseria, está situado justo en el límite entre Madrid y Perales del Río (Getafe). Los niños van al colegio a Getafe, pero a la hora de votar los chabolistas de El Ventorro tiene que ir al municipio donde están realmente censados: Madrid. Pero los residentes se quejan de que, a la hora de solucionar sus problemas, nadie les hace caso. Los unos por los otros y la casa sin barrer.

Ahora, la acampada vecinal tiene un fin: llamar la atención de las dos administraciones. "Queremos que estos vecinos dejen de habitar entre ratas, así no se puede vivir en el año 2005", denuncia Nicanor Breceño, presidente de la asociación de vecinos de Perales del Río.

En teoría, el Consitorio madrileño y el getafense han llegado a un acuerdo para permutar cinco millones de metros cuadrados (500 hectáreas de cada lado), entre los que estarían incluidos los terrenos que ocupan las chabolas de El Ventorro.

Cuando el poblado chabolista pase a ser getafense, el Consistorio tiene previsto construir en el terreno donde están ahora las chabolas un parque, dentro del ámbito de actuación del nuevo barrio de Perales del Río.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_