Bush: "Los iraquíes han hablado al mundo"
El presidente de Estados Unidos califica de "éxito rotundo" las elecciones celebradas en Irak
El Gobierno estadounidense, que se jugaba mucho en las elecciones de ayer y que había anticipado su temor de que la intimidación y la violencia podían reducir la participación, suspiró ayer con alivio al recibir los datos de presencia en las urnas. "El pueblo iraquí ha hablado al mundo, y el mundo ha escuchado la voz de la libertad desde el centro de Oriente Próximo", dijo un presidente Bush que no podía ocultar su satisfacción al hablar desde la Casa Blanca. "Las elecciones han ido mejor de lo que esperábamos", dijo, por su parte, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
"Los iraquíes han convertido las elecciones en un éxito rotundo" y "han rechazado firmemente la ideología antidemócratica del terrorismo, no se han dejado intimidar por gánsteres y asesinos", dijo Bush, que celebró la valentía de los votantes y mencionó el caso de un hombre que perdió el año pasado una pierna en un atentado y que ayer supuestamente dijo, al votar: "Me hubiera arrastrado hasta aquí si hubiera sido necesario. No quiero que los terroristas maten a otros iraquíes como intentaron matarme a mí. Hoy he votado por la paz". Bush felicitó a los iraquíes "por este histórico logro" y "por haber demostrado su compromiso con la democracia". El presidente lamentó la pérdida de vidas de iraquíes y soldados norteamericanos y británicos en los atentados y accidentes de ayer: "Sus sacrificios se han hecho por la causa vital de la libertad".
Bush, que agradeció "la ayuda de la UE y de la ONU en el proceso electoral", asumió que las elecciones no van a poner fin a la violencia, pero dijo que el Ejército de EE UU seguirá entrenando a los soldados y policías iraquíes "para que esta democracia que se está levantando pueda ser en el futuro responsable de su propia seguridad". "Queda mucho camino por recorrer, pero los iraquíes han demostrado que están a la altura del desafío", concluyó el presidente.
Poco antes, Condoleezza Rice había dicho en la cadena de televisión ABC que los datos sugerían que las elecciones habían salido mejor de lo esperado: "Naturalmente, no es una elección perfecta y hay muchas, muchas dificultades por delante. Pero ha sido un día extraordinario para los iraquíes". "Lo que estamos viendo es hacia dónde quieren que se encamine su futuro".
EE UU "completará el trabajo" y ayudará a que se afiance la democracia, dijo Rice, que prefirió no arriesgar nada sobre el calendario de retirada de las tropas. En Irak hay 150.000 soldados estadounidenses. La Administración es muy cautelosa con el asunto, porque todo depende de cómo evolucione la situación y de la eficacia en el entrenamiento y la preparación de las fuerzas de seguridad iraquíes.
Retirada de tropas
Según The Washington Post, "en condiciones óptimas los mandos militares estadounidenses creen que sería posible empezar a retirar unos 15.000 soldados en los próximos seis u ocho meses". Para Rice, "todo está condicionado a la situación y a la rapidez con la que se pueda entrenar a las fuerzas de seguridad iraquíes", pero "todo el mundo debe saber que EE UU no quiere estar allí más tiempo del que sea necesario".
"Nos iremos, en todo caso, cuando nos lo pida el Gobierno soberano de Irak", dijo un alto cargo del Departamento de Estado el viernes a un grupo de periodistas europeos, y añadió: "La insurgencia no va a desaparecer a corto plazo. La violencia va a seguir. Pero el futuro Gobierno tendrá más legitimidad y estará en mejor posición para organizar y dirigir el trabajo del Ejército iraquí y para cuidar de su propia seguridad". La misma fuente asumió que el punto débil de las elecciones es la participación suní, pero dijo que es un asunto que preocupa al resto de los iraquíes y que ahora se abre una fase en la que habrá más oportunidades de integrar a la minoría que antes, cuando Sadam Husein dirigía Irak. ¿Qué tipo de oportunidades? "En primer lugar, los nombramientos del Gobierno; los ministros no tienen por qué haber sido elegidos miembros de la Asamblea constituyente, y puede haber personalidades suníes integradas en el nuevo Gabinete; en segundo lugar, lo mismo ocurrirá con la redacción de la nueva Constitución. Ya ha habido esfuerzos, y yo sé que van a continuar, para integrar a los suníes. Eso depende, en todo caso, de los propios iraquíes".
La euforia de la Administración contrastó con las declaraciones de John Kerry, que está organizando con firmeza su vuelta a la escena política tras su derrota en las elecciones del pasado 2 de noviembre: "Es difícil decir que algo es legítimo cuando partes enteras de Irak no pueden votar y no votan". En su opinión, lo que haga Bush durante los próximos días "decidirá el futuro de Irak" y "ésta es la última oportunidad que tiene el presidente de hacer las cosas bien".
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