ETA hace estallar un artefacto en un hotel de Dénia sin causar heridos
Se recibió un aviso 45 minutos antes y 220 clientes fueron desalojados
Un artefacto colocado por ETA, con entre tres y cinco kilos de explosivo, estalló ayer a las 15.10 en un hotel de Dénia (Alicante) sin causar heridos de consideración. Cinco personas fueron atendidas con cuadros leves, en su mayoría de ansiedad, y un total de 220 clientes de dos hoteles tuvieron que ser desalojados. La deflagración se produjo 45 minutos después de que una mujer avisara al servicio de emergencias DYA en Bilbao.
La explosión se produjo a dos días del debate en el Congreso del plan Ibarretxe y coincidiendo con la clausura en Madrid de Fitur, la más importante feria mundial de turismo, en la que han participado 170 países.
El artefacto colocado por ETA en el hotel Port Dénia, que contenía entre tres y cinco kilos de un explosivo todavía sin identificar, fue colocado semiescondido en la base de una de las dos escaleras de incendios del establecimiento, junto a una depuradora y un grupo electrógeno. Al lugar donde se colocó la bomba se puede acceder desde la calle sin pasar por la recepción del hotel, situado en las inmediaciones de la comisaría de Dénia, frente la playa de La Marineta.
La deflagración se produjo a las 15.10, unos 45 minutos después de que una mujer anunciara en nombre de ETA la colocación de la bomba a través de una llamada telefónica a la DYA de Bilbao. Los 170 clientes del hotel, la mayoría de ellos británicos que habían contratado el alojamiento con la agencia Saga, y una veintena de empleados fueron desalojados de forma ordenada antes de la explosión. Solamente cinco personas tuvieron que ser atendidas con cuadros muy leves en el hospital de Dénia.
La onda expansiva abrió un gran boquete en el costado del inmueble donde se encuentra el comedor y afectó levemente a viviendas de una urbanización anexa al hotel, que no fue desalojada.
Según la subdelegada del Gobierno en Alicante, Etelvina Andreu, la explosión no dañó la estructura del edificio. "Ha causado el derrumbe parcial del muro del comedor del hotel, daños en su escalera de emergencia, la inhabilitación del generador eléctrico del complejo y la rotura de varios cierres metálicos, marcos de puertas y cristaleras", precisó.
El jefe de mantenimiento del hotel, Anastasio Vivanco, aseguró que vio "una mochila" en la escalera de incendios y pensó que sería de algún cliente. "Les dije a los policías que la había visto y en seguida salimos todos del hotel", aseguró. El recepcionista del hotel, Alberto Lozano, explicó que el comedor estaba prácticamente vacío en el momento del desalojo porque los británicos comen muy pronto. Pere Joan Devesa, propietario del hotel, aseguró que en ningún momento cundió el pánico en su establecimiento, pues hubo tiempo suficiente para el desalojo. Los clientes fueron acomodados en otros hoteles de la cadena del Port Dénia, Onasol Hoteles, en Benidorm.
El delegado del Gobierno en Valencia, Antoni Bernabé, declaró en la puerta del hotel que el artefacto contenía más explosivo que el que ETA hizo estallar el pasado diciembre en Alicante.
La alcaldesa de Dénia, Francisca Viciano, escuchó la explosión cuando se dirigía al hotel desde su casa. "Vivo cerca y un poco antes de llegar al hotel oí la detonación", declaró. Viciano aseguró que la policía desalojó también el hotel Daniya Spa, con 50 clientes y situado a unos 100 metros de la playa de Les Marines. "No estaba claro el aviso a la DYA, así que, por seguridad, fue desalojado también ese hotel", explicó.
Tras el atentado, Gobierno y la mayoría de los partidos apostaron por la unidad de los demócratas en la lucha contra ETA como la "mejor vía" para acabar con la banda. El Gobierno vasco condenó el atentado y aseguró que los violentos "no van a amordazar la voz de los ciudadanos". El ministro del Interior, José Antonio Alonso, afirmó que los atentados "no van a conseguir nunca que varíe" su política y la del Gobierno de "absoluta firmeza ante la violencia terrorista". Josune Ariztondo, del PNV, lamentó que ETA, aunque "sabe que es el pasado y que debe acabar por ética y por razones políticas", siga "presa de su propia inercia y causando daño".
La explosión de ayer se produjo 12 días después del último atentado de ETA, un coche bomba en Getxo (Vizcaya), donde un ertzaina resultó herido.
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