Nada sin Andalucía
Es el mensaje que se quiere trasladar desde la Junta. Nada se podrá hacer sin Andalucía a la hora de configurar el nuevo Estado autonómico. Se muestran firmes al plantear este postulado pero emiten señales que invitan a la confusión. Las palabras del secretario de política autonómica del PSOE, Alfonso Perales, precisando que a Andalucía le beneficia esperar a la hora de aprobar su Estatuto reformado a que lo haga previamente Cataluña, dan una nefasta imagen de subsidiariedad de nuestra comunidad en este debate. Por mucho que luego quiera enmendarlo el político gaditano, precisando que cada comunidad tiene sus propios tiempos y que se hará dicha reforma estatutaria en función de los andaluces, sin tener en cuenta otras aportaciones, lo cierto es que debe evidenciarse con más contundencia que nunca que Andalucía no va a permitir que otras comunidades, como puede ser el caso de Cataluña, puedan consolidar una situación de privilegio con respecto a las demás.
Si bien coyunturalmente puede ser útil estar atentos aquí al techo competencial al que aspira el vecino, para no ser menos, lo importante es que Andalucía tiene entidad por sí misma para marcarse su propio calendario en el debate estatutario que ya ha iniciado. Y, precisamente esta semana habrá ocasión para trabajar en este sentido. Los socialistas quieren zanjar cuanto antes el asunto del rechazo al Plan Ibarretxe en el Parlamento Andaluz. Todos los partidos políticos están de acuerdo en lo esencial en cuanto a la desestimación de tal iniciativa, aunque las diferencias surgen en el momento de introducir los matices. Las dificultades son tantas que muy posiblemente en el encuentro previsto en el día de hoy cada uno de los partidos tire por su camino ante la imposibilidad de fijar un pronunciamiento común de todos.
En cualquier caso, es el momento idóneo para que en el documento definitivo que presenten los socialistas se despejen todo tipo de dudas. Con la vista puesta más que todo en Cataluña, se ha de reflejar la posición de Andalucía condicionando cualquier aprobación de reforma de estatutos a que se respete la soberanía única del pueblo español y la solidaridad entre los diferentes territorios. De una vez por todas, parece que quieren hacer ver al "compañero Pascual Maragall" que hasta aquí han llegado con él.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría antes, donde se perciben vientos de convergencia y unión es, por fin, en el ámbito de las cajas de Andalucía, incluida Cajasur. La creación de un potente consorcio industrial aprovechando la ficha bancaria que tiene Unicaja con el Banco Europeo de Finanzas es una de las noticias más esperadas del ámbito económico desde hace años. Parece que esta vez van en serio. Las gestiones están muy avanzadas. Se espera que esta misma quincena sea bendecida, oficialmente, por el Banco de España, por lo que estamos ya a las puertas de lo que será el nacimiento de un poderoso instrumento financiero con sede social, además, en Andalucía.
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