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Sólo uno de cada 10 enfermos que van a urgencias precisa hospitalización

En 2004 se atendieron 2,3 millones de casos

Los colapsos en las urgencias de los hospitales públicos se han convertido en un hecho frecuente en la región. Estos colapsos, según argumenta el Gobierno regional, se deben a súbitos e imprevisibles aumentos del número de pacientes que acuden a urgencias debido a fenómenos fáciles de prever: la gripe en invierno, el polen en primavera o el calor en verano. Según varias fuentes, el problema tiene otras causas: falta de medios en la sanidad pública, mala gestión de las camas en los hospitales o un uso abusivo por los ciudadanos de las urgencias hospitalarias.

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Los hospitales públicos de la región atendieron el año pasado 2.300.729 pacientes, casi 18.000 más que en 2003, según la Consejería de Sanidad. Sin embargo, sólo un 10,8% de ellos requirió su ingreso. La Paz, con 775 casos diarios, es el que más urgencias recibe.

Pese a la magnitud de esta cifra, los hospitales sólo atienden la mitad de las urgencas que cada año se producen en la región. Los servicios de los centros de salud cubren 1.321.341 urgencias, y las ambulancias del Summa y los equipos médicos de atención domiciliaria, 1,41 millones más.

En las urgencias de los hospitales madrileños trabajan 4.173 profesionales. Lo habitual es que estén divididas por especialidades: medicina y cirugía, traumatología, pediatría, psiquiatría... Cada servicio cuenta con un coordinador, una plantilla fija y los médicos especialistas de planta.

Protocolos estrictos

Desde la llegada de un paciente a admisión, éste es clasificado según su dolencia, sometido a pruebas y tratado según estrictos protocolos. Es la única fórmula para organizar la asistencia a los cientos de enfermos que cada día llegan al servicio. El objetivo es que cada paciente tenga en unas horas uno de estos tres destinos: ingreso en planta, quirófano o alta.

Sin embargo, no siempre es así, explica Manuel Moya Mir, presidente de la sección madrileña de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes). "Demasiadas veces las urgencias se convierten en un servicio más del hospital, donde los enfermos pasan días enteros. En esta situación, un paciente consume muchos recursos y tiempo, lo que retrasa aún más la atención de los que llegan", añade.

Moya Mir admite que los colapsos tienen una pequeña parte inevitable. "Pero muchas veces la causa está en una mala gestión de las camas del hospital. Las camas ocupadas indebidamente impiden el ingreso de los enfermos de urgencias, creando un tapón", explica.

Un hospital como el Gregorio Marañón necesita cada día 110 camas sólo para el ingreso de los enfermos llegados a urgencias. No siempre están disponibles. Moya Mir pone un ejemplo de mala gestión de camas: "Un jefe de servicio quiere operar a ocho pacientes, dos al día, de lunes a jueves. Ésta es su programación. Muchas veces ingresa a los ocho el domingo o lunes, cuando en realidad podrían ir llegando dos cada día. Pero él sabe que así corre el riesgo de que las otras seis camas sean ocupadas por enfermos de urgencias. Esto le impediría operar al resto. Prefiere ingresar a los ocho desde el primer día para tenerlas reservadas. Si se suman varios hechos como éste en un mismo hospital, hay una distorsión que quita eficacia a todo el sistema", explica.

El PSOE e IU consideran que la responsabilidad de los colapsos es de Sanidad, que no ha destinado los medios necesarios a las urgencias de los hospitales y centros de salud. "Si en los ambulatorios no te pueden hacer las pruebas que necesitas y las esperas para que te las hagan son eternas, muchos pacientes acuden directamente a las urgencias de los hospitales", argumentan.

El Gobierno regional, en cambio, considera que los ciudadanos acuden con demasiada frecuencia a las urgencias cuando sufren dolencias leves que deberían ser tratadas en los centros de salud.

Sanidad calcula que cerca de la mitad de los 2,3 millones de urgencias podría ser en realidad atendida en los centros de salud o los equipos de atención domiciliaria. Por ello, ha decidido dotar a los ambulatorios de equipos de pruebas diagnósticas (radiología, análisis clínicos...) y crear una red de 74 servicios de urgencias en los centros de salud. La inversión total por este Plan de Urgencias y Emergencias asciende a 36 millones.

Sanidad invierte casi otros 30 millones en el Programa de Mejora de las urgencias de 11 hospitales, que aumentará la superficie disponible y el número de trabajadores.

Con estas dos medidas, además de futuras campañas de concienciación para el adecuado uso de las urgencias por los ciudadanos, Sanidad confía en acabar con las saturaciones en los servicios de urgencias.

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