Los kurdos acuden a las urnas con la vista puesta en la autodeterminación
Un referéndum paralelo recogerá firmas en los colegios electorales a favor de la independencia
Los más de dos millones de electores de Erbil, Dohuk y Suleimaniya han sido llamados por los líderes de los partidos kurdos a votar mañana por el futuro de Irak y el autogobierno del Kurdistán. Además de contar con las urnas para el Parlamento nacional y el Consejo provincial, como en el resto del país, los votantes de esas tres provincias dispondrán de una tercera para designar a sus representantes en su Asamblea regional. Y en la mayoría de los colegios electorales kurdos varias organizaciones han anunciado también que recogerán firmas en favor de la convocatoria de un referéndum sobre la autodeterminación del Kurdistán.
El Partido Democrático del Kurdistán (PDK), que controla Dohuk y Erbil, en el norte de la región, donde están censados 1,2 millones de electores, y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que tiene su feudo en Suleimaniya, con cerca de 900.000 electores, dieron ayer la orden de movilización general para alcanzar la más alta cota de participación. El ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno provisional iraquí, el dirigente kurdo Hoshyar Zebari, aseguró que confía en que se registre mañana una elevada tasa de participación en los colegios electorales del Kurdistán. "Hay proyecciones de voto que apuntan a una gran movilización en las urnas, y no sólo en la región del norte, sino también entre los miles de kurdos que viven en Bagdad, Mosul, Kirkuk y en otras provincias", aseguró el jefe de la diplomacia iraquí.
La elección de parlamentarios por un sistema proporcional puro y en circunscripción nacional única ofrece a los votantes kurdos garantías de contar con una destacada representación en la Asamblea constituyente si, como parece previsible, concentran sus sufragios en la lista de coalición encabezada por el PDK y la UPK. Los barrios kurdos de Mosul y Kirkuk, por lo demás, estarán protegidos durante la jornada de votaciones por unidades de milicianos kurdos o peshmergas.
Los responsables políticos kurdos sólo temen que el mal tiempo impida que los campesinos que viven en las aldeas de las montañas o en caseríos diseminados por la llanura puedan llegar hasta las urnas. "Una nevada intensa es lo peor que nos podría suceder. Esto no es Europa, aquí no hay medios adecuados para limpiar las carreteras de nieve y de hielo", aseguraba el presidente de la Comisión Electoral Independiente de Dohuk, Bayar Tahir Doski.
Aunque sólo tenga valor simbólico, la iniciativa de referéndum de autodeterminación del Kurdistán iraquí muestra que la opinión pública kurda se inclina mucho más hacia la independencia del territorio que sus pragmáticos líderes políticos, conscientes de que Estados vecinos con minorías kurdas, como Turquía, Irán y Siria, nunca lo tolerarían. Lanzada el año pasado por organizaciones sociales y culturales del norte de Irak, la campaña recogió más de un millón de firmas de ciudadanos, esto es, de más de la mitad de los actuales votantes censados. En la región hay cerca de cinco millones de habitantes y los menores de edad, educados en la independencia de hecho desde 1991, tras la derrota de Sadam Husein en la guerra del Golfo, y que apenas hablan árabe, la lengua nacional iraquí, son mayoría.
Durante la campaña de las primeras elecciones que se celebran en Irak tras el derrocamiento de Sadam Husein, los promotores de la consulta sobre autodeterminación han venido reclamando que todos los votantes del Kurdistán puedan pronunciarse también ahora sobre su propuesta en los colegios electorales. La Comisión Electoral se ha limitado a advertir de que sólo otorgará validez a los tres comicios (nacional, regional y provincial) convocados de forma oficial. Pero los organizadores de la iniciativa prorreferéndum tienen previsto poner los medios recoger firmas de apoyo en todos los centros de votación de las tres provincias kurdas.
"Sí, yo firmaré también por el referéndum, aunque no sea algo oficial", aseguraba ayer el librero Nafeh Saleh Aziz, de 35 años. Entre estantes repletos de textos para la enseñanza de idiomas, en una isla de calma en medio del ajetreo del bazar situado al pie de la histórica ciudadela de Erbil, Aziz resumía así el sentimiento mayoritario entre los kurdos iraquíes: "En estas elecciones nos jugamos el futuro de Irak. Pero también nos jugamos el futuro del Kurdistán. Tenemos que dejar muy claro que si después de las elecciones pretenden quitarnos nuestro autogobierno, exigiremos la independencia".
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