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El paro baja en 120.000 personas en 2004, la mejor cifra anual desde 2000

La creación de empleo asciende a 461.300, pero la temporalidad se eleva al 30,88%

Lucía Abellán

El paro ha registrado en 2004 los mejores datos anuales desde 2000. Un total de 120.000 desempleados han dejado de serlo, lo que sitúa el total en dos millones. Esta evolución rompe la tendencia anual encadenada durante 2002 y 2003, años que concluyeron con incrementos del paro. También la creación de empleo (461.300) resultó positiva, aunque algo menos que en 2003. La incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha sido uno de los factores determinantes de la bonanza del empleo. El porcentaje de mujeres en disposición de trabajar alcanzó un récord del 45%.

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El desempleo experimentó una buena evolución en 2004 tras dos años de incrementos a final del ejercicio. El número de parados descendió en 120.000 en el último trimestre del año respecto al mismo periodo de 2003. Son datos de la Encuesta de Población Activa que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística y que sitúan la cifra total de paro en 2.007.100 personas. Esta cifra, la mejor de la serie en el periodo en que resulta comparable, representa un 10,38% de la población activa. Es la tasa más baja conocida desde el tercer trimestre de 2001.

Para encontrar una caída del paro más intensa a final de año hay que remontarse a 2000, que se cerró con 268.000 parados menos que en el año anterior. Dentro de la reducción del paro, destaca especialmente el descenso en un 6,4% del número de hogares con todos sus miembros en paro.

También la ocupación atravesó un buen año. España creó 461.300 nuevos puestos, una cifra algo inferior a la del mismo periodo de 2003 (484.700). Con esa inyección de nuevos trabajadores, el número de ocupados supera los 17 millones. El porcentaje que esta cifra representa sobre el total de la población (50,25%) es el máximo registrado nunca en España.

Uno de los elementos con mayor repercusión en la buena evolución del empleo ha sido la incorporación de la mujer. Las mujeres activas (aquellas que se encuentran en disposición de trabajar, entre las que se incluyen ocupadas y paradas) rozan los ocho millones, el 45,09% de la población femenina. Es la mayor tasa que han alcanzado las mujeres en esta categoría.

Más ocupadas

Esa mayor disposición a trabajar se ha traducido en un importante aumento del empleo. El número de ocupadas creció un 4,7%, frente al 1,49% de ocupados nuevos. Es decir, la creación de empleo entre las mujeres es mucho más intensa. Al contrario ocurre con la reducción del paro, que en el último periodo se ha centrado más en los hombres: una caída del 7,16% en ese colectivo, frente al 4,48% en las mujeres. Aunque se han aproximado en los últimos años, la tasa de paro femenino (14,39%) prácticamente duplica el masculino (7,55%).

Uno de los elementos más esperanzadores en la evolución del empleo ha sido la industria. En los últimos ejercicios, este sector ha experimentado una destrucción de empleo. En 2004, sin embargo, se ha invertido la tendencia. De registrar incrementos del paro y descensos en el empleo durante 2003, la actividad industrial ha reflejado en 2004 una reducción del paro del 3,48% y un aumento del empleo del 1,58%. Esto permite al secretario de Estado de Economía, David Vegara, albergar esperanzas sobre el ansiado giro del modelo económico español, que debe escorarse más hacia la inversión productiva y reducir su dependencia del consumo y la construcción. Este indicador, junto al repunte de la inversión en bienes de equipo y al aumento de la actividad, hacen presagiar "un cambio de tendencia en el sector industrial", según Vegara.

Mientras, el vigor de la construcción continúa. Ha sido el sector más dinámico durante 2004: el de mayor creación de empleo y la reducción más intensa del paro, exceptuando al colectivo que busca su primer trabajo.

Aumenta la temporalidad

El punto débil del mercado laboral español continúa siendo la estabilidad. El aumento de la ocupación no se ha traducido con fuerza en puestos indefinidos. Al contrario, la tasa de temporalidad ha aumentado respecto al mismo periodo de 2003: del 30,7% al 30,88%. Y es que los contratos temporales crecen a mayor velocidad que los indefinidos.

Todos los indicadores de empleo sobre los que el Ejecutivo realiza previsión han resultado mejores que los recogidos en el Programa de Estabilidad 2004-2008. La ocupación creció un 2,74%, frente al 2,1% esperado; la tasa de paro descendió al 10,38%, medio punto por debajo, y el número de empleos creados ha superado en 119.000 las perspectivas oficiales.

Esa mejora, unida a otros indicadores económicos de la última parte del año, lleva a pensar al Ministerio de Economía que el crecimiento económico resultará mejor de lo que se había dicho. Así, el dato final de producto interior bruto, que se conocerá a finales de febrero, puede situarse "en la banda alta del crecimiento, en el 2,7% e incluso en el 2,8%", señaló el secretario de Estado. El Ejecutivo había rebajado hasta el 2,6% sus expectativas en este terreno.

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, subrayó ayer que todas las previsiones de empleo han quedado "desbordadas al alza". También el Partido Popular valoró las cifras, aunque las consideró "fruto de las políticas económicas de los Gobiernos del PP". Más crítica, Izquierda Unida instó a reducir la precariedad laboral y a mejorar la productividad, un mensaje con el que coincidió el sindicato UGT, que anima a crear más y mejor empleo. También CC OO cree que esa buena evolución debe servir de acicate para resolver los problemas del mercado laboral. Las Cámaras de Comercio consideran que la mujer, los servicios y la construcción han permitido la mejora del panorama laboral.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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