La Fenice reúne por primera vez la iconografía mundial del ave fénix
El renacido teatro veneciano exhibe imágenes del que es su símbolo
La Fenice y el fénix están vinculados no sólo por su nombre y por el hecho de que la legendaria ave que la leyenda quiere renacida de sus cenizas es el emblema del teatro veneciano: también La Fenice ha resurgido tras el incendio que la devastó en 1996. Ahora, una exposición en el propio teatro estrecha aún más los lazos. Los orígenes de la mítica ave han sido reconstruidos por primera vez en una minuciosa muestra, El mito del fénix en Oriente y Occidente, que reúne sus diferentes variantes iconográficas en el mundo.
La exposición sobre el fénix (fenice en italiano) es un viaje al pasado y coincide con el noveno aniversario del incendio que devoró por completo el mítico escenario de la lírica.
La primera de las secciones de la exhibición, dedicada a Occidente, reúne jeroglíficos y pinturas egipcias, estatuas, monedas, diseños medievales y libros de alquimia, entre otros objetos.
En el segundo apartado, sobre Oriente, se pueden ver dibujos, miniaturas, esculturas, máscaras, tambores, espejos, platos, jarrones... Algunos son originales y otros son reproducciones fotográficas provenientes de los más remotos rincones del mundo.
"Haber reunido todas estas piezas ha sido una tarea compleja, sobre todo porque nunca antes se habían agrupado los símbolos de un mito universal como el fénix", ha declarado Alessandro Grosssato, comisario del apartado oriental.
La parte de la simbología occidental ha sido comisariada por Francesco Zambon. "He realizado una investigación compleja, pues antes había estudiado la Edad Media, pero nunca otros periodos", comentó el estudioso.
El mito del fénix en Oriente y en Occidente (www.teatro.lafenice.org, abierta desde hoy hasta el 2 de abril) coincide con el noveno aniversario del incendio que el 29 de enero de 1996 destruyó por completo uno de los principales escenarios de la lírica mundial. Ya en 1836, el teatro se había incendiado por primera vez y fue reconstruido en tan sólo dos años.
Con esta iniciativa, al mismo tiempo, La Fenice inaugura el recién reconstruido foyer, conocido como las Salas Apolíneas, que de hoy en adelante serán sede de exposiciones. La actividad ha sido organizada por la Fundación del Teatro La Fenice y la Fundación Giorgio Cini.
El primer antecedente del ave fénix en Occidente aparece en Egipto. Para los egipcios, este ser fabuloso tenía dos significados: por un lado, representaba un pájaro sagrado, cuya función se asociaba al mito de la creación; y por otro, simbolizaba la renovación de la naturaleza. Se le consagró un templo en Heliópolis.
En la Grecia clásica, la literatura hablaba del famoso pájaro. Narran los textos que un ave enorme como un águila realizaba cada 500 años un viaje en el cual transportaba a su padre muerto para llevarlo al santuario del Sol. Heródoto escribió que el ave vivía mil años y cuando le llegaba la hora del fin construía un nido-hoguera de sándalo y otras maderas perfumadas en lo alto de una montaña, donde se inmolaba.
En la Edad Media, el ave es asociada a la resurrección de la carne, de la muerte y la resurrección de Cristo. Se la tiene por un ser gentil y bello al que todas las otras aves adoran. Aparece siempre representada con unos rayos de luz alrededor de la cabeza. Sin embargo, surge también una visión profana medieval del mito. El fénix se convierte en una figura mártir del amor y de los amantes. Y en el Quattrocento, trovadores y poetas comparan el pájaro con el fuego amoroso. Numerosos ejemplos aparecen más tarde en la lírica del Cinquecento y Seicento, tanto en Italia como en el resto de Europa.
La reina Isabel de Inglaterra hizo del fénix un verdadero emblema, casi una obsesión. En sus retratos, que van de 1572 a 1576, aparece siempre el ave, ya sea en una medalla o en alguno de los diseños de sus trajes. "Se identificaba con el fénix porque se veía a sí misma como un emblema de su propio destino de resurrección", comenta Zambon.
La segunda fase del recorrido llega a Oriente, donde hoy el mito está más vivo que nunca, asegura el comisario Grossato. "En Japón, Tíbet, India e Indonesia es común ver danzas y representaciones teatrales con la figura del fénix". En el teatro tradicional japonés se encuentra aún el actor que, vestido de fénix, imita los gestos del hombre que "quiere ser de nuevo luz", continúa.
Para los chinos, el animal tiene pareja y es representado por el macho-dragón y la hembra-pájaro.
En Oriente, el mito está relacionado con diversas aves imaginarias, que rinden culto al dios Sol. "Se trata de un mito que une culturas, porque en todas el Sol es elemento central, que como el fénix desaparece y vuelve a aparecer. Así, el animal se convierte en centro de la inmortalidad".
Babelia
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