Perseverante paternidad

En una ciudad del norte anónima, réplica del Bilbao real, la vida de Alberto y Regina sufre un cambio total cuando están a punto de perder a su hijo de dos años en un incendio. Alberto, por miedo, no ha sido capaz de salvarlo y lo ha hecho un emigrante polaco, Piotr Kubiak. El padre queda afectado para siempre por un imborrable sentimiento de culpabilidad y se ve encadenado al polaco por una deuda de gratitud inextinguible. Toda la narración queda marcada por estos hechos inaugurales. Quedan planteados temas éticos y psicológicos importantes que Ugarte trata con esmero. Estamos ante una novela de ideas que, en términos generales, quedan bien encarnadas en la narración.

La llameante portada del li-

bro, metáfora precisa del tema de la novela, la paternidad como un valor absoluto que envuelve la vida entera, evoca muy apropiadamente la película de los hermanos Coen, Arizona Baby, que propone un tema similar. Sin duda, el mérito mayor de la novela de Ugarte es la intensidad, el brío y la franqueza con que sostiene el tema de principio a fin, cómo lo lleva a sus últimas consecuencias hasta un final rotundo y devastador mostrándolo en su esencia más desnuda. Aunque a veces para llegar hasta aquí haya tenido que forzar la verosimilitud de algunos sucesos. Pero el tema, siempre omnipresente, da lugar a emotivas escenas a veces con ciertas dosis de humor como aquélla en la que el niño ve frustrada su insoslayable necesidad de chupar piruletas a causa de una lluvia fastidiosa que concluye con padre e hijo llorando en el quicio de la puerta.

El narrador, el propio protagonista Alberto Durrio que trabaja como oficinista en una gran empresa, reflexiona sobre las relaciones entre el arte y la paternidad. Compara el hecho de tener un hijo con "una novela de dimensiones casi infinitas". El único problema es que en esa magna composición el padre participa poco. Contrariamente al artista sólo le es posible "delimitar los preliminares de una vasta biografía". Este pasaje, relacionado con el conflicto que atormenta al protagonista, es brillante, pero no todas las reflexiones del narrador son pertinentes. Sólo lo son aquellas que afectan directamente a su dramática peripecia, pues cuando trata cuestiones teóricas sobre la literatura, alude a ciertos aspectos del funcionamiento de la empresa o elucubra sobre los actos y las motivaciones de sus compañeros de trabajo, no resulta creíble. Son los inconvenientes propios del punto de vista elegido.