La Junta y el Ayuntamiento de Granada pactan soterrar el metro por el Camino de Ronda

El metro de Granada será subterráneo a su paso por el Camino de Ronda. El alcalde, José Torres Hurtado (PP), y la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, llegaron ayer a un acuerdo que desbloquea el proyecto tras meses de desencuentros sobre si debía discurrir en superficie o bajo tierra. La Junta asume el sobrecoste del 30% que supone el nuevo trazado y advierte de las dificultades de financiación de la infraestructura. Los cuatro municipios implicados (Granada, Maracena, Albolote y Armilla) pagarán el 17%. Las obras comienzan a principios de 2006.

El acuerdo al que llegaron el alcalde y la consejera tras más de un año de disputas establece que el metro irá soterrado todo el Camino de Ronda, desde el Estadio de la Juventud (en la zona norte de ese eje) hasta la Avenida de América, lo que supone el 40% del trazado de la línea. El recorrido será superficial en toda la zona de Villarejo (desde donde parte la carretera de Málaga), por donde lo que irá bajo tierra será la circulación de vehículos.

Las dos partes salen ganando. El Ayuntamiento de Granada saca adelante el soterramiento del Camino de Ronda, como pretendía, para no tener que llevar a cabo medidas de restricción de tráfico en esta arteria de la capital. La Junta logra un metro consensuado. Además, Obras Públicas se apunta el tanto de asumir "sin pestañerar" el sobrecoste que supone aceptar las alegaciones de los ayuntamientos implicados: las de Granada y Maracena (gobernadas por el PP) y, en menor medida, las de Albolote y Armilla (PSOE). El proyecto se encarece un 30% hasta llegar a los 300 millones de euros, que la Junta se compromete a asumir.

El alcalde de Granada se felicitó por el acuerdo que supone, en su opinión, "una buena noticia para Granada" y recordó que la dos partes habían forzado la situación. La próxima semana, los servicios técnicos de ambas instituciones negociarán los aspectos concretos del proyecto, aunque, según la consejera, "lo importante es que hemos llegado a un acuerdo político de cómo es el metro a su paso por Granada".

Aunque la Junta no ocultó sus simpatías por un metro en superficie, Gutiérrez se mostró satisfecha por desbloquear el proyecto con el consenso de las partes. "Lo que yo quería era el mejor metro posible y acordado", dijo. La consejera argumentó sin embargo que un metro en superficie sería más barato, más rentable, contaría con más usuarios y supondría una apuesta aún más clara por el transporte público. El metro en superficie hubiera contribuido a dejar menos espacio para el vehículo privado. El efecto disuasorio hubiera sido doble.

La consejera pidió al alcalde una apuesta clara y decidida por el transporte público. Ambos políticos coincidieron en la necesidad de aplicar medidas como la reserva de carriles para los autobuses metropolitanos y, en general, la potenciación del transporte público, como medida añadida a la construcción del metro, que podría entrar en servicio en 2009. El alcalde pidió a Gutiérrez que agilice los flujos metropolitanos que tanto inciden en la capital.

Como en Málaga y Sevilla

El acuerdo apunta también el sistema de financiación. Los ayuntamientos no pagarán más de 17% del proyecto, como ocurre en Málaga y Sevilla. Sin embargo, el soterramiento encarece la explotación futura y dificulta la amortización, ya que reducirá el número de usuarios.

Los técnicos estudiarán ahora cómo se salvará el río Genil, que atraviesa el Camino de Ronda. La consejera propuso al Ayuntamiento la remodelación de toda esa vía para convertirla en "más paseo y menos carretera". Las obras del metro comenzarán en los primeros meses del 2006. Obras Públicas adjudicó antes del verano la redacción de algunos tramos a la espera de que ahora se incorporen los detalles concretos. El alcalde de Granada montó en cólera por el trámite creyendo que era un paso unilateral de la Junta.