1.200 camioneros pasan la noche en áreas de servicio de la A-1

Más de 1.200 camioneros pasaron la noche del miércoles al jueves en varias áreas de servicio de la autovía del Norte, A-1, en la provincia de Segovia, atendiendo las indicaciones (habituales en este tipo de incidencias) de la Guardia Civil, cuyos agentes pretendían evitar que se bloqueasen las carreteras en la provincia de Burgos y en su límite con el País Vasco. En Madrid y Burgos también tuvieron que interrumpir su viaje varios autocares.

Unos 800 camiones se concentraron durante la tarde y la noche del miércoles en Boceguillas, a 117 kilómetros de Madrid, a los pies del puerto de Somosierra, mientras que Carabias acogió 98; Honrubia de la Cuesta, 51, y Castillejo de Mesleón, 50. La Junta de Castilla y León reforzó con más personal sanitario los centros de salud del entorno y estudió la posibilidad de llevar a cabo realojos, pero no se registró ningún problema, posiblemente porque los camioneros son profesionales duros y, en su mayoría, están acostumbrados a estos avatares.

Unos optaron por los bares y hostales, jugando a las cartas, viendo televisión o charlando y contando chistes con sus compañeros, mientras que otros encendieron la calefacción del vehículo y se acostaron tranquilos, sobre todo porque de esta forma tenían vigilada la carga. Fuera, la temperatura se situaba en torno a los diez grados bajo cero, con fuertes rachas de viento y nieve. Tras pasar la noche de esta manera, y con la mejora del tiempo, a mediodía de ayer ya no quedaba ningún camión estacionado en las áreas de servicio de la A-1.

La situación llegó a ser tan complicada durante la tarde del miércoles que se optó por cortar la calzada en la zona de La Cabrera, en la Comunidad de Madrid, a las 16.53, con el fin de que no se acumularan más camiones. Allí quedaron retenidos nueve autobuses, con más de 500 magrebíes que se dirigían hacia Francia y que tuvieron que permanecer alojados toda la noche en el polideportivo y en un colegio público de de esa localidad madrileña. A las 8.50 de ayer pudieron reanudar su camino.

El último vehículo que llegó la madrugada del jueves al polideportivo del Plantío, en Burgos, fue otro autobús con 35 marroquíes que viajaban con destino a París. Consiguieron dejar atrás La Cabrera, pero la nieve y la ventisca les retuvo y no pudieron llegar a Burgos hasta las tres de la madrugada. A esas horas, más de 200 personas se disponían a pasar la noche en las instalaciones de la piscina del polideportivo, donde todavía quedaban algunas mantas utilizadas en el último temporal de nieve, hace justo un mes. En esta ocasión el número de personas alojadas era más reducido y desde el primer momento contaron con esterillas y mantas, aportadas por el Ejército, y con comida caliente.

A primera hora de ayer los vehículos comenzaron a salir de la ciudad, aprovechando la mejoría de las condiciones meteorológicas, pero el autobús en el que viajaban los magrebíes se había averiado y no pudo arrancar. La Junta de Castilla y León dispuso entonces que pudieran comer en un centro de día al que fueron trasladados en un autobús municipal. Sin embargo, sólo a última hora se pudo corregir el problema del menú. El plato del día previsto por la empresa suministradora era lomo de cerdo, una carne prohibida por la religión de los musulmanes. Finalmente se pudo sustituir por ternera. Ayer por la tarde, solucionados los problemas, pudieron seguir viaje hacia París.

Otras 500 personas pasaron la noche del miércoles al jueves en albergues, polideportivos y otros locales habilitados como alojamientos en la provincia de Burgos, la mayor parte de ellos en las escuelas de Pancorbo.