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Maragall precisa que la clave de la reforma es que "reconozca la singularidad de las nacionalidades"

Luis R. Aizpeolea

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, matizó ayer su propuesta de introducir la fórmula de "comunidades nacionales" en el artículo dos de la Constitución para distinguir la singularidad política y cultural del País Vasco, Cataluña y Galicia respecto de otras comunidades, según señalaron fuentes gubernamentales. Maragall la planteó el miércoles en una conferencia-coloquio en Madrid, presentada por la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, del PP. "Es una fórmula discutible, como todas, pero interesante. Espero que modifique y cualifique el artículo dos de la Constitución", dijo el presidente catalán.

Maragall mantiene que la fórmula de introducir las "comunidades nacionales" en el artículo dos de la Constitución "es una posibilidad, pero que puede haber otras. Lo importante es que en la reforma de la Constitución que va a promover el Gobierno socialista se reconozca la singularidad de Cataluña, País Vasco y Galicia". El dirigente del Partit dels Socialistas de Catalunya (PSC), Miquel Iceta, mantiene la misma tesis de Maragall, esto es, que "la clave está en el reconocimiento de la singularidad de las nacionalidades".

El presidente del Gobierno incluye entre sus cuatro propuestas de reforma constitucional la denominación de las comunidades autónomas. El artículo dos de la Constitución proclama "la indisoluble unidad de la nación española y reconoce y garantiza el derecho de autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas".

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y dirigentes del PSOE, como José Blanco y Alfonso Perales, se oponen a que se modifique el artículo dos de la Constitución. Sevilla lo adelantó como posición del Gobierno en su primera comparecencia parlamentaria en el Senado, en junio de 2004, pero no se opone a otras fórmulas posibles de reconocimiento de las nacionalidades.

Ayer, Perales, secretario socialista de Política autonómica, dijo contundentemente: "El PSOE no tiene ninguna intención ni lejana ni cercana" de modificar el artículo dos de la Constitución. Perales argumentó, entre otras razones, "el escaso entusiasmo del PP" por esta propuesta.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, precisó, como salida, que "cada comunidad autónoma en su estatuto podrá determinar cómo denomina a su comunidad". Apeló al manifiesto de Santillana del Mar (Cantabria), de 2003, y a las resoluciones del Congreso socialista de julio de 2004.

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No obstante, la salida crítica y pública de Blanco hacia Maragall se interpreta, dentro del PSOE, como un "aviso" a la decisión del PSC de tener espacios propios de televisión en la campaña del reférendum de la Constitución europea. "El PSC cederá sus espacios informativos al PSOE, pero ha querido dejar clara su presencia como fuerza política", dijeron fuentes socialistas.

Por otra parte, el portavoz de ERC, Joan Ridao, acogió favorablemente la propuesta de Maragall de incluir en la Constitución el término "comunidad nacional", pero anunció que se opondrá si mantiene el apartado que hace referencia a la "indisolubilidad" de España. El convergente Artur Mas encontró este debate "innecesario", pues auguró que ni PP ni PSOE aceptarán la propuesta del presidente catalán.

El presidente del PP catalán, Josep Piqué, solicitó a Maragall que no reabra el debate sobre "sentimientos nacionales". Argumentó que este asunto ya fue resuelto con la Constitución "de manera lógica y razonable". "Nos estamos metiendo en un callejón que no nos conviene".

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