Divertimento infantil

Con una animación muy básica en dos dimensiones, como si la informática y el diseño no hubiesen evolucionado en los últimos 25 años, también se puede fabricar un producto simpático, educativo y medianamente travieso para los críos. Por ejemplo, Bob Esponja, adaptación cinematográfica de la serie del canal de televisión Nickelodeon. Dirigida especialmente a los más pequeños de la casa, Bob Esponja contiene originales adaptaciones de las costumbres de los mayores al lenguaje infantil (como esa borrachera de helados en un bar, con resaca posterior incluida, después de un doloroso traspiés vital), un encendido elogio del heroísmo basado en el emprendimiento y hasta una crítica del capitalismo salvaje a través de una muestra de orgullo laboral. Puede que la película, salvo en lo concerniente a la duración, no proponga mucho más de lo que ya ofrece cualquier capítulo de la serie, pero no estamos ante una ambiciosa producción de gran presupuesto y años de trabajo detrás, sino ante un legítimo y encantador aprovechamiento de un éxito televisivo.