"Vamos a ver si la promesa de multilateralismo de Bush es real"

Alrededor de 2.250 líderes de más de 25 países se unirán hoy a 20 jefes de Estado y de Gobierno, 70 ministros y 50 responsables de Organizaciones No Gubernamentales, dirigentes sindicales, religiosos e intelectuales en la cumbre anual del Foro Económico Mundial de Davos. El fundador y presidente ejecutivo de este encuentro internacional, Klaus Schwab, está eufórico. A pocos días del comienzo, sus negociaciones con el Gobierno de Tony Blair han cuajado al punto de que el primer ministro británico ha aceptado inaugurar, hoy miércoles, el Foro 2005. De 66 años, Schwab insiste en que el lema elegido para este año, "Asumir responsabilidades para opciones difíciles", es sólo una guía general para los asuntos a debatir. "Lo que distingue al Foro de Davos de cualquier otro evento es que no centramos los debates en un solo asunto. Vamos a por todas ya que tenemos la mejor y la más influyente gente del poder en el mundo. Este año vamos a poder verificar hasta qué punto las promesas de multilateralismo de la nueva Administración de Bush son reales, por ejemplo", dijo en una entrevista con EL PAÍS.

"El Foro tendrá la ocasión de escuchar las opiniones del nuevo presidente palestino, Mahmud Abbas"

"Hemos experimentado las tasas de crecimiento más fuertes en tres décadas y al tiempo existen riesgos serios"

Pregunta. Falta este año un Colin Powell o un Dick Cheney, como en los encuentros de 2003 y 2004, respectivamente. ¿Qué ha pasado?

Respuesta. Es cierto. Hemos estado negociando con la nueva Administración hasta el último momento. Pero hay un problema que comprendemos. El presidente Bush asumía el segundo mandato el 20 de enero y la mayoría de los secretarios del Gabinete deben someterse al trámite de aprobación del Senado norteamericano. De modo que esta coincidencia ha redundado en una falta de figuras como la que usted menciona. Pero tenemos gente muy relevante. Es verdad que no estará Condoleezza Rice, la secretaria de Estado, pero viene Robert Zoellick, el número dos del Departamento de Estado, ya que él no tiene que pasar por el trámite parlamentario. Esto nos permitirá verificar algo de gran interés, sobre todo en Europa, y es hasta qué punto las promesas de Estados Unidos en el sentido de que va a emprender un camino dentro del multilateralismo son reales. Y en materia de jefes de Gobierno importantes, puedo decirle que Tony Blair ha aceptado, finalmente, inaugurar el Foro. El Gobierno británico ha apoyado este año nuestro trabajo, quizás por el hecho de que el Reino Unido acogerá este año, en junio próximo, la cumbre anual del G-7 (EE UU, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) más Rusia, en la que desea apostar fuerte por la condonación de la deuda de los países pobres. Debo añadir que contaremos con los ejecutivos de las empresas más importantes del mundo. Estarán presentes unos 50 consejeros delegados de empresas norteamericanas de todo el mundo.

P. En los dos últimos años, Irak estuvo muy presente en la agenda, ¿qué papel jugará este año la situación en Oriente Próximo?

R. En 2003, el Foro se celebró en las vísperas mismas de la guerra de Irak y contamos con la presencia del entonces secretario norteamericano Colin Powell y en 2004, como usted recuerda, vino Cheney. Pero en ambas ocasiones hubo delegaciones muy importantes de Irak. Este año viene el ministro de Asuntos Exteriores de Irak, a una semana de las elecciones del 30 de enero. El Foro tendrá la ocasión de escuchar las opiniones del nuevo presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, lo que me parece un hecho muy relevante. Además, acude Simon Peres y otros dos ministros del Gobierno de Israel.

P. ¿Cree que la presencia de Europa en el Foro, bastante débil en los últimos años, mejora en esta ocasión?

R. Estoy conforme este año porque las delegaciones europeas son importantes, con alguna excepción. Estarán Tony Blair; el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso. Debo reconocer que nuestros esfuerzos por contar con una presencia de España no han fructificado. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, había manifestado su disposición, pero un viaje a Brasil, Argentina y Chile lo ha impedido. Por ciento, el presidente de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva, volverá a estar con nosotros este año después de presentar el Foro en 2003.

P. La evolución económica actual y asuntos como el dólar, ¿monopolizarán los debates?

R. Como le he dicho, Davos no se centra en un tema especial. La percepción sobre la situación económica será uno de los grandes temas y el dólar sin duda atraerá la atención. Estamos en una situación paradójica. Por un lado hemos experimentado las tasas de crecimiento más fuertes en tres décadas, pero al mismo tiempo existen riesgos muy serios que amenazan la continuación de esa tendencia. Me refiero al déficit gemelo (de presupuesto y por cuenta corriente) de Estados Unidos. Vamos a ver qué aportan algunos subsecretarios de Estados Unidos que estarán presentes. Es el caso de John Taylor, del Departamento del Tesoro norteamericano.

P. Se le ve contento, pues, con el perfil de la reunión de 2005.

R. Así es. Este año Davos volverá a demostrar que es el único canal en el cual se abordan de modo sistemático los principales problemas del plantea. Desde la situación en Irak, Israel y Palestina, pasando por el dólar, hasta los problemas del sida, la deuda y el calentamiento global de la Tierra, o el poderío de China, cuyo responsable económico estará presente.