Un estudio asegura que la inestabilidad ha deteriorado la economía en Euskadi

El País Vasco, una de las comunidades con mayor prosperidad económica de España, ha perdido peso en el desarrollo del país debido a su inestabilidad política. Es la conclusión que extrae el Instituto de Estudios Económicos de la evolución económica y demográfica de la comunidad. Esta institución, presidida por el vicepresidente de la patronal CEOE, Arturo Gil, presentó ayer un estudio sobre Euskadi con datos que reflejan una pérdida de posiciones respecto al resto de España. "Una solidez en las instituciones llevaría a una mejor situación", señaló Gil.

El estudio, realizado por el economista Julio Alcaide, refleja un deterioro de su posición relativa en varios aspectos fundamentales. El producto interior bruto (PIB) vasco ha pasado de representar el 6,7% del total nacional en 1950 al 5,83% en 2002. La mejor aportación se produjo en 1970, con un 7,71%. También la renta familiar pesa menos, un 5,74% frente al 7% de 1965, el nivel más alto del periodo analizado. El Instituto de Estudios Económicos identifica dos fases claramente diferenciadas: una de "enorme esplendor" entre 1950 y 1975, con gran crecimiento industrial, y otra "considerablemente peor" a partir de ese momento.

Para Juan Iranzo, director del instituto, esa evolución no puede justificarse sólo desde el punto de vista económico, ligada al declive del sector industrial que se produjo en los años ochenta, sino que existen "razones institucionales, de desconfianza e incertidumbre desde hace bastantes años".

El instituto deduce que el empuje del País Vasco se ha trasladado a otras zonas anejas. "No es casualidad que algunas de las regiones más dinámicas del país sean las fronterizas: La Rioja y Cantabria, además de la provincia de Burgos", recalcó Iranzo.

Uno de los elementos que más preocupan al presidente del Instituto de Estudios Económicos es la población. Desde 1995, el volumen de residentes se ha mantenido constante en Euskadi, frente al crecimiento del 5,6% registrado en el conjunto de España. Y es que la incidencia de la inmigración ha sido mucho menor. Los extranjeros representan el 1,8% de la población vasca, mientras que en todo el país son el 6,1%.