La rectificación de la concejal amenazada
Sus compañeros del Partido Popular en el Ayuntamiento de Camas reconocen que la decisión de Inmaculada Larrinaga de apoyar la moción de censura del PSOE era "imprevisible". De familia vinculada al PP, ella misma estaba afiliada al partido desde hace más de 15 años, según fuentes del grupo municipal popular. Tras las elecciones municipales de 2003, ocupa los cargos de concejal de Educación, Sanidad y Consumo, puesto en el que se había comprometido a mantenerle el PSOE si prosperaba la moción de censura presentada por los socialistas.
La huida de Larrinaga de las filas populares dejaba al PP con sólo dos ediles, que sumados a uno del PA y a los siete con los que contaba IU tras la expulsión de Carmen Lobo, dejaban al actual equipo de gobierno en minoría frente a los ocho ediles del PSOE, uno de Nueva Izquierda y las dos tránsfugas. Con la vuelta de Larrinaga al PP, la moción de censura no podrá prosperar.
La edil popular tomó ayer la decisión de retirar su apoyo a la moción para no contribuir a la "crispación" que se ha generado en el pueblo en los últimos días, según fuentes populares. El reflejo más fiel de la tensión política que vive Camas se vió el lunes por la mañana, cuando varias fachadas y calzadas de la localidad amanecieron con pintadas insultantes contra el PSOE y amenazantes contra la concejal del PP, a la que se representó incluso con un muñeco ahorcado que apareció colgado de un semáforo con la inscripción "Larrinaga muerte", el mismo lema que se repetía en la pared de la biblioteca municipal. Otras pintadas en edificios municipales o cercanos al Ayuntamiento vinculaban el nombre de la edil con calificativos como "traidora" y "corrupta".
La policía identificó a tres ediles de IU y a un cargo de confianza de la formación de izquierdas en el municipios como autores de las pintadas. El gobierno dio orden de eliminar el mismo lunes las pintadas alusivas a la concejala de Educación, pero no las referidas al PSOE. Todavía ayer, decenas de inscripciones en el suelo y las paredes calificaban de "corruptos", "nazis" y "estafadores" a los socialistas.
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